ASIA/BANGLADESH - El deporte para la promoción de la mujer y el diálogo: la nación saluda a sus campeonas de fútbol

Dhaka (Agencia Fides) - La selección nacional de fútbol femenino de Bangladesh ha obtenido una victoria histórica, al conseguir el primer título de la South Asian Football Federation Women's Cup, la copa continental del sur de Asia, con una victoria por 3-1 sobre Nepal en la final disputada en Katmandú el 19 de septiembre. En una trayectoria imparable, que las llevó a imponerse a las selecciones nacionales de Bután, India, Pakistán y Maldivas, y a triunfar invictas, las bangladesíes han dado prestigio a su nación y hoy, 21 de septiembre, a su regreso de Nepal, han desfilado por las calles de la capital, Dhaka, para exhibir la copa y recibir la aclamación de los aficionados.
Esta victoria, señalan los observadores, va mucho más allá del resultado deportivo y se convierte en una oportunidad para plantear cuestiones sociales y culturales como la condición de la mujer y el diálogo interreligioso en la sociedad.
En la selección nacional de un país musulmán, donde las futbolistas, y las mujeres en general que practican deporte, encuentran obstáculos y hostilidad por parte de los hombres y se enfrentan a barreras sociales, el resultado obtenido tiene significados mucho más amplios que el hecho puramente deportivo.
Muchas de las jugadoras proceden de comunidades marginales extremadamente pobres y han llegado a la selección nacional por pura fuerza de voluntad y perseverancia.
El equipo también cuenta con una chica cristiana de la etnia Garo, Maria Manda, de 18 años, centrocampista, que es vicecapitana del equipo nacional. Sus compañeras, en particular la capitana del equipo nacional, Sabina Khatun, hablan maravillas de ella, y la amalgama del equipo, que supera las barreras religiosas, culturales y étnicas, es un símbolo y un poderoso ejemplo para toda la nación.
Manda dice a la Agencia Fides: “Como centrocampista, he tratado de poner todo de mi parte. Todas las chicas de nuestro equipo han cumplido con sus responsabilidades correctamente en el campo, es el espíritu de equipo el que nos ha ayudado a conseguir este éxito. Nos queremos, estamos unidas, amamos el deporte y trabajamos juntas para conseguir buenos resultados como ciudadanas de Bangladesh”.
El éxito de María Manda no se ha producido en un día, sino que es el resultado de un largo compromiso. De niña, un día le pidió a su madre que le comprara un par de botas de fútbol. La madre de María vendió el arroz del día para comprarlos, recuerda con emoción. Para perseguir su sueño, tuvo que superar los prejuicios, la hostilidad y las malas palabras de muchos hombres.
Son tropiezos que también han sufrido otras futbolistas, así como el entrenador Golam Rabbani Chhotan, que ahora observa: “Este éxito no es sólo mío, lo hemos conseguido gracias a la colaboración de todos. Se rieron de mí por aceptar este puesto. Ahora damos prestigio al país y somos un ejemplo para todos, gracias a la abnegación de estas chicas, que son un grupo muy unido, que cree en los ideales y valores del deporte, la igualdad y la solidaridad”.
“La victoria será una fuente de inspiración para muchas otras niñas en Bangladesh, para superar las barreras culturales y los desafíos sociales”, declara a la Agencia Fides Anthony Rozario, profesor de una escuela católica, recordando que “la condición de las mujeres en Bangladesh está entre las peores del mundo, y es el resultado de una cultura patriarcal y de condiciones de extrema pobreza y desigualdad social y de género”.
La violencia y los abusos contra las mujeres suelen considerarse normales incluso dentro del hogar. En un país en el que la discriminación de la mujer está presente en todas las esferas de la vida social y laboral, se da también el mayor índice de matrimonios infantiles del mundo (el 18% de las niñas se casan con sólo 15 años).
En las últimas décadas, las mujeres de Bangladesh han luchado por hacer valer sus derechos en la familia, la sociedad, el mundo del trabajo y el Estado. La Iglesia católica de Bangladesh promueve la condición de la mujer y su dignidad por encima de todo mediante una cuidadosa y valiosa educación en las escuelas de todos los niveles.
(PA-FC) (Agencia Fides 21/9/2022)

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