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Addis Abeba (Agencia Fides) - La sangrienta guerra que se libra en el país desde noviembre de 2020 está provocando la destrucción de la riqueza nacional y la depresión económica. En este contexto, la Iglesia católica etíope no deja de expresar su gran preocupación por todos los que viven en la región de Tigray, Amhara, Afar y otras zonas del país.
“Nos entristece profundamente ver que la guerra se ha reanudado en la zona. Hasta la fecha, se han perdido demasiadas vidas y se han destruido muchos bienes. Las mayores cicatrices las sufren los niños, las mujeres y los ancianos”, se lee en una nota del Secretariado Católico de los obispos etíopes enviada a la Agencia Fides.
Todo el episcopado asegura su contribución, individualmente o en cooperación con otros institutos religiosos, a los procesos de diálogo que conducen a la paz. “Renovamos nuestro más sincero llamamiento a todas las partes”, declaran los obispos, “para que abandonen las armas y vuelvan a las opciones de paz, prioricen el diálogo y pongan fin al sufrimiento de nuestros ciudadanos”.
“Es inaceptable continuar con esta guerra”, insisten los obispos, “que sigue causando hambre, enfermedades, daños psicológicos, desplazamientos entre personas inocentes, y toda nuestra nación se debate bajo la presión del coste de la vida”.
Compartiendo el llamamiento del Consejo Interreligioso de Etiopía, el Secretariado Episcopal insta a todos, católicos y no católicos, a unirse en oración durante cinco días en el próximo mes de Pagumen, el decimotercer mes del calendario solar moderno de Etiopía, por el bien de la paz y la estabilidad en nuestro querido país.
(AP) (Agencia Fides 3/9/2022)
