ÁFRICA/RD CONGO - “Ira de la población comprensible, pero la violencia nunca es tolerable” los obispos ante graves incidentes con cascos azules

martes, 2 agosto 2022 obispos   onu   violencia  

Kinshasa (Agencia Fides) - Continúan las tensiones en el este de la República Democrática del Congo entre la población local y los cascos azules de la Misión de la ONU en la RDC (MONUSCO), tras los asaltos que comenzaron el 25 de julio contra las instalaciones de la ONU en Goma y otras ciudades de Kivu Norte, con un balance de al menos 15 muertos: 3 cascos azules y 12 manifestantes.
Ayer, 1 de agosto, la policía y el ejército congoleños dispararon al aire y lanzaron gases lacrimógenos para dispersar al menos a un centenar de personas que habían intentado asaltar la base de la MONUSCO en Beni.
Tras ser dispersados, los manifestantes paralizaron la ciudad mediante barricadas levantadas en las principales arterias impidiendo la circulación de vehículos y motos. En la vecina provincia de Kivu del Sur, decenas de manifestantes que intentaron bloquear la carretera que lleva a Uvira, en Sange, fueron dispersados por las fuerzas de seguridad.
La Conferencia Episcopal Congoleña (CENCO), en una declaración firmada por su Presidente, Su Exc.Mons. Marcel Utembi Tapa, arzobispo de Kisangani, afirma que “comprende la cólera del pueblo congoleño” ante las limitaciones mostradas por el ejército congoleño y la MONUSCO frente a la inseguridad que asola el este de la RDC desde hace más de 20 años. Sin embargo, la CENCO condena enérgicamente cualquier recurso a la violencia. “Manifestarse pacíficamente es un derecho reconocido a todo ciudadano por los acuerdos internacionales y la Constitución de la República Democrática del Congo”. “Pero por otra parte, recurrir a la violencia o a los saqueos constituye un acto que sólo puede amplificar o perpetuar el mal, así como el sufrimiento de las poblaciones”, dicen los obispos, que piden que se investiguen lo ocurrido.
El Obispo de Butembo-Beni, Su Exc. Monseñor Melchisédech Sikuli Paluku, que se reunió con la población de Butembo en medio de la revuelta, dice en una entrevista con una emisora de radio católica que “podemos imaginar lo peor. Cuando el vaso está lleno, no sería de extrañar que un día veamos a todo el pueblo sublevarse, incluso a los más insospechados”. “La población no debe ser obligada a pasar por esto”, dice el obispo Paluku, sugiriendo un acuerdo entre la ONU y el Estado congoleño.
Los manifestantes acusan a la MONUSCO de ser ineficaz a la hora de contener la violencia provocada por los grupos armados que hacen estragos en el este de la RDC. Es un hecho que desde 2006, cuando se desplegó la fuerza de la ONU, el número de grupos armados en la región ha aumentado de unas pocas docenas a 120.
La MONUSCO cuenta con 14.000 militares y cuesta 1.000 millones de dólares al año.
(L.M.) (Agencia Fides 2/8/2022)


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