ÁFRICA/BURKINA FASO - “No se puede acceder a ningún sitio, las carreteras son intransitables por culpa de los terroristas”.

viernes, 29 julio 2022

SMA

Djibo (Agencia Fides) - "La situación del país sigue empeorando. Ningún lugar es accesible. Ya no es posible ir a los pueblos para celebrar la Eucaristía y los demás sacramentos: las carreteras son intransitables a causa de los terroristas. El trabajo pastoral se ve desestabilizado. Muchos catequistas han tenido que huir". Este dramático testimonio es del padre Pierre Balima, sacerdote burkinés, estudiante de Pastoral Litúrgica en Padua. El sacerdote relata el sufrimiento que padecen los cristianos en su país. "Se han cerrado dos parroquias y, en las otras, los sacerdotes ya no pueden salir a visitar los pueblos. Si se tiene que viajar, ir a otra parroquia o reunirse con el obispo en la catedral, se necesita una escolta del ejército. En la carretera se corren grandes riesgos y nunca se sabe si se llegará a destino con vida. Todas las actividades pastorales están suspendidas: no hay misas en los pueblos, ni catequesis, ni reuniones de movimientos y asociaciones católicas", continua el padre Balima. Se ha pedido a los misioneros europeos que abandonen la diócesis para ir a zonas más seguras. Los terroristas continúan con los secuestros, las ejecuciones de personas influyentes (sacerdotes, catequistas, líderes religiosos, profesores, administradores...), atemorizan a la población con amenazas verbales y matan a todos los que no obedecen. A menudo irrumpen en los lugares de culto cristianos durante las celebraciones, obligando a la gente a abandonar la práctica cristiana para abrazar la religión musulmana”.
El relato continúa detallando la quema de varias iglesias en los pueblos: "sólo en marzo, quemaron dos. Mataron a 37 soldados y a más de 10 civiles. Varios jóvenes fueron secuestrados. Casi todas las escuelas, fuera de las grandes ciudades, están cerradas", explica el misionero. “Tres sacerdotes fueron asesinados. El padre Joël Yougbare, sacerdote de mi diócesis, fue secuestrado hace tres años y no se sabe nada de él desde entonces” (véase Fides 20/3/2019).
“Dado el grave peligro que corremos, nos han pedido que cerremos las parroquias. La propuesta fue rechazada por el obispo y todos los sacerdotes. Seguimos con nuestra misión, aunque con muchas limitaciones y mucha fragilidad. Como ha dicho el Papa Francisco para la Jornada Mundial de las Misiones: 'No podemos callar lo que hemos visto y oído'".
Burkina Faso siempre ha sido un país de paz y alegría, a pesar de la pobreza, pero desde 2015 está bajo la presión de los atentados terroristas. El primer ataque tuvo lugar en la parroquia del padre Balima, a 150 metros de la rectoría. "Durante varios días vivimos en la angustia: cada noche teníamos que apagar la luz y escondernos bajo la cama. Luego el terrorismo se extendió gradualmente a todo el país y la región del Sahel, donde se encuentra mi parroquia en Djibo, es una de las más afectadas".
(AP/MP) (Agencia Fides 29/7/2022)


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