AFRICA/KENIA - Sequía en el Nordeste de Kenya: se necesitan inmediatamente 230 millones de dólares para salvar a tres millones y medio de personas, afirman las Naciones Unidas y el gobierno local

miércoles, 8 febrero 2006

Nairobi (Agencia Fides) - “Hacemos un llamamiento a la comunidad internacional para que se dé cuenta de que esta tierra árida necesita una ayuda inmediata. Pedimos una movilización general- política y social- para reconocer concretamente el derecho de acceso al agua como derecho fundamental para la vida de cada ser humano”. Éste es el llamamiento lanzado por la Coordinadora de Iniciativas Populares de Solidariedad Internacional (CIPSI) y del Comité de Colaboración Médica (CCM) en un comunicado conjunto sobre la grave crisis alimenticia que están sufriendo las poblaciones de Moyale en Kenia, en los territorios comprendidos entre los confines de Kenia, Etiopía y Somalia.
Los medios de Kenia subrayan la gravedad de la situación y exponen los desastrosos efectos a causa de la falta de las lluvias que caen normalmente entre octubre y diciembre. El mismo presidente Mwai Kibaki ha declarado que “el hambre es un desastre nacional” y ha pedido ayuda a nivel internacional, precisando que casi el 10% de la población de su país se encuentra en una situación de grave riesgo para su vida por la falta absoluta de alimentos.
Sabina Tangerini del CCM afirma: “Nosotros que trabajamos desde hace años en estos lugares ayudando a la población local, que conocemos la crónica ausencia de agua en la región, nosotros que hemos aprendido a conocer la extraordinaria capacidad que esta gente tiene para no desperdiciar los recursos hidráulicos, denunciamos que no queda ya agua en la tierra de los Borana y la cadena de efectos fulminantes comienza a ser evidente. Los animales están muriendo (70%); el costo de los alimentos aumenta a causa de la crónica escasez de provisiones; se empiezan a temer los desplazamientos de masas de personas hambrientas en busca de tierras más fértiles. Cuando los pozos se secan también la esperanza se deshace, como tierra seca. Los proyectos sanitarios en los que trabajamos, que prevén la capacidad de mirar al futuro, son destinados a detenerse”. La población Borana del distrito de Moyale, la población olvidada, así como ha sido definida por la Comisión para los Derechos Humanos de Kenia - afirma Guido Barbera, presidente del CIPSI - está “finalmente” saliendo de su silencio.
Y como todas las poblaciones africanas, si bien ricas de espléndidas tradiciones y de enseñanzas preciosas sobre el uso de los recursos y del ambiente natural, corre el riesgo, desgraciadamente, de ser conocida sólo a través de la que podría ser una enésima tragedia, esta vez relacionada con el agua.
Un comunicado conjunto publicado hoy, 8 de febrero, en Nairobi por el gobierno keniano y por el Programa Alimentario Mundial (PAM) afirma que son tres millones y medio las personas en riesgo a causa de la dramática sequía que está turbando Kenia, en particular el Norte, el Nordeste y el Este. Las Agencias de las Naciones Unidas y el gobierno de Kenia han lanzado un llamamiento para la recogida de 230 millones de dólares en ayudas para enviar a las poblaciones golpeadas por la carestía. (L.M.) (Agencia Fides 8/2/2006 Líneas: 40 Palabras: 529)


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