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Gulu (Agencia Fides) - "El problema no es tanto si Kony ha huido o no al Congo; el verdadero problema es el clima de terror que se ha establecido en la región y que temo todavía durará un tiempo" dice desde Gulu un misionero, en el Norte de Uganda comentando la noticia de la fuga del jefe del ejército de Resistencia del Señor (LRA), Joseph Kony, a la República Democrática del Congo. Desde hace años el LRA arrecia en el Norte de Uganda obligando a casi 2 millones de personas a vivir en campos de refugiado interiores.
Según refiere el lugarteniente Chris Magezi, portavoz del ejército ugandés para el Norte del País, Kony habría huido con un puñado de fieles, de sus santuarios históricos del Sur Sudán hacia la República Democrática del Congo. "No hemos recibido la confirmación de que Kony se haya refugiado en el Congo" afirma el misionero, pero destaca la necesidad de "crear un clima de confianza entre la gente de los campos para refugiados. Se ha creado en efecto, una perversa espiral: el clima de miedo ha empujado a las personas a buscar refugio en los campos de refugiados. De este modo quedan abandonados sus pueblos de origen y con frecuencia, sus pobres chozas son quemadas por los guerrilleros o por el ejército”.
"No hay por lo tanto ningún incentivo para volver a sus pueblos" explica el misionero "teniendo además en cuenta que, a causa de la alta incidencia del SIDA y la malaria, mueren las personas más ancianas, que son las que conservan la memoria de la aldea de origen, mientras que los jóvenes que ya han nacido en los campos, no tienen ningún interés en ir a un lugar que para ellos resulta completamente extraño. Dentro de poco, además, comienza la estación de las lluvias, la gente irá a sembrar a las tierras en los alrededores de los campos donde viven. Por tanto, no podrán volver luego a sus pueblos porque deben esperar el momento de la cosecha."
Los observadores internacionales se muestran dudosos sobre los movimientos del inaprensible jefe del LRA. En un primer momento se pensó que Kony buscaba reunirse con su ex brazo derecho, Vincent Otti, que estaba refugiado con unos 400 hombres precisamente en el Congo, en el parque nacional del Garamba, al Noreste y dónde sus hombres fueron acusados de la matanza de 8 soldados de la ONU hace dos semanas.
Pero se sabe que entre Kony y Otti la rotura fue total. Y por tanto, parece que el "santón" con sus fieles, haya tomado la dirección Oeste, aparentemente apuntando hacia la República Centroafricana. No existe pues certeza sobre sus intenciones. Parece por el contrario posible que el LRA se convierta cada vez más en un problema regional y no sólo ugandés.
Formado sobre todo por miembros de la etnia Acholi, el LRA combate desde 1989 contra el actual presidente Yoweri Museveni que tomó el poder en 1986 derrocando una junta militar formada en gran parte por oficiales Acholi. Los ex militares de esta etnia se ampararon en Sudán dando vida a diversos movimientos de guerrilla entre ellos el LRA.
EL LRA tiene una ideología basada en el sincretismo religioso, mezclando elementos del cristianismo y del islamismo con los de las religiones tradicionales africanas. Por este motivo, los jefes religiosos de la zona trabajan activamente por tratar con los líderes de la guerrilla para llegar a la paz. EL LRA ha causado al menos 100.000 muertos entre los civiles, secuestrados y esclavizado a cerca de 25.000 niños y obligado a 1,6 millones de personas a abandonar sus aldeas y áreas cultivables para encontrar refugio en campos de refugiados donde con frecuencia, falta incluso lo indispensable para sobrevivir. (L.M) (Agencia Fides 7/2/2006 Líneas: 45 palabras: 667)
