ASIA/MYANMAR - Los obispos: oración y acción para afrontar la crisis política y construir la paz

lunes, 13 junio 2022 paz   reconciliación   obispos   iglesias locales   política   guerra civil   desplazados  

Yangon (Agencia Fides) - Miles de civiles se ven obligados a huir de sus lugares de origen y millones de ellos mueren de hambre. La violencia hace estragos y aflige a personas inocentes, especialmente a ancianos, discapacitados, niños, mujeres y enfermos, que tienen que desplazarse desde sus lugares de origen, con gran incomodidad y sufrimiento. Observando la grave situación interna, la Conferencia Episcopal de Myanmar (CBCM) se dice muy preocupada por la situación actual del país. Así lo afirma una nota emitida por los obispos birmanos, que en días pasados celebraron su Asamblea General, celebrada del 7 al 10 de junio en Yangon. Según la información de la Agencia Fides, a la Asamblea asistieron el Cardenal Charles Maung Bo, Arzobispo de Ynagon y Presidente de la Conferencia, los Obispos de las 16 diócesis del país y los Secretarios Ejecutivos de las Comisiones Episcopales.
“La CBCM está muy agradecida a los sacerdotes, diáconos, religiosos, catequistas y voluntarios que tratan de apoyar y asistir a los creyentes y civiles que huyen a lugares más seguros”, reza la nota difundida al final de la asamblea. Los obispos animan a los fieles a seguir ofreciendo ayuda humanitaria a los refugiados, independientemente de su fe, origen, ubicación, etnia, cultura o ideas políticas.
Siguiendo la doctrina social de la Iglesia, la Conferencia Episcopal continuará forjando relaciones con las distintas comunidades católicas de todo el mundo y con las asociaciones que estén dispuestas a ayudar a la población civil de Myanmar, agobiada por las inmensas dificultades derivadas del actual conflicto político y social”, afirman.
Refiriéndose a valores y objetivos como la paz, la justicia y la reconciliación, los obispos birmanos hacen una sentida petición a todas las personas responsables y a los dirigentes políticos y militares para que organicen y presten asistencia humanitaria básica a los refugiados y migrantes.
“La dignidad humana y el derecho a la vida no pueden ser moneda de cambio”, afirman al tiempo que piden “respetar y valorar toda vida humana, y respetar y preservar los lugares sagrados y los edificios religiosos, los hospitales y las escuelas”. La Conferencia Episcopal, que desea estar cerca de la población que sufre, seguirá esforzándose por satisfacer las necesidades de la gente, independientemente de su fe, lengua o etnia.
La nota de los obispos expresa una perspectiva de fe y esperanza, a pesar de las dificultades y la tragedia que se prolongan desde hace más de un año: “Creemos que todo es posible con Dios. Por eso animamos a las comunidades eclesiásticas a construir la paz de todas las maneras posibles, especialmente les pedimos que recen constantemente por la paz, ofreciendo una Santa Misa por la paz todos los primeros días del mes, y rezando el Rosario por la paz en Myanmar todas las noches”.
Un informe de la ONU de marzo, en el que se analizaba la situación en Myanmar desde el golpe de Estado de febrero de 2021, señalaba que el ejército de Myanmar había cometido “violaciones sistemáticas de los derechos humanos, muchas de ellas crímenes de guerra y contra la humanidad”.
Según datos de Organizaciones No Gubernamentales, hasta febrero de 2021, más de 1.929 civiles han sido asesinados, 11.000 detenidos y más de 800.000 desplazados internos, según datos del ACNUR.
(SD-PA) (Agencia Fides 13/6/2022)


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