ÁFRICA/ETIOPÍA - Un país “altivo y exuberante” con una gran tradición cristiana de mayoría copta ortodoxa

viernes, 10 junio 2022

Cuamm

Addis Abeba (Agencia Fides) – “Grandes esperanzas se han visto truncadas en los dos últimos años a causa de los enfrentamientos armados provocados por una lucha interna entre el gobierno federal, dirigido por el presidente Abiy, Premio Nobel de la Paz, y la etnia tigrinya del norte. Además, el Covid-19 ha debilitado el sistema sanitario y ha hecho retroceder los indicadores de salud; sin olvidar que la sequía ha secado gran parte de las tierras del sur y ha generado una hambruna generalizada”. Así escribe Don Dante Carraro, director de Médicos con África Cuamm, hablando de “una guerra lejana que nadie cuenta”, como él mismo la ha definido.
“Desde hace unos meses -continúa el misionero, que también es cirujano- se ha sumado la crisis de Ucrania, donde nosotros como Cuamm también estamos dando ayuda concreta, con su impacto devastador y sangriento. Esta crisis está penetrando en todo el país y afectando a los productos de consumo y a los alimentos en primer lugar. Etiopía es un país grande, con casi 120 millones de habitantes y 88 grupos étnicos. Un país ‘altivo y exuberante’, con un PIB creciente, una tradición cristiana mayoritaria copta bien establecida y extendida. Addis Abeba, la capital, tiene un aeropuerto que funciona como centro de operaciones para toda África. Un metro de superficie, una gran circunvalación, la sede de la Unión Africana, edificios en construcción por todas partes. Pero siempre son los más pobres los que pagan. El 75% del grano que necesita Etiopía procede de Ucrania y ese grano ya no existe. El precio del litro de gasóleo se ha duplicado y en julio anunciaron que se cuadruplicaría. La inflación es galopante, el Birr, la moneda local, se devalúa día a día, la pobreza se agrava. Los salarios ya no son suficientes para llegar a fin de mes, los hospitales tienen dificultades. Incluso el de Wolisso. Los medicamentos, el transporte, el gasóleo para el generador, los equipos, las pruebas de laboratorio, el material médico, todo cuesta más y el equilibrio financiero es cada vez más difícil”.
El director del Cuamm no oculta sus temores y preocupaciones. “Esta es la guerra de Ucrania vista desde África. Necesitamos la ayuda de todos para no hacer pagar a los más pobres una vez más el precio de la guerra. En Wolisso, Etiopía y toda África, la necesidad es profunda. Y es precisamente el hospital de Wolisso, junto con los de África Central y Sudán del Sur, el que queremos presentar al Papa Francisco. Lo haremos del 5 al 7 de julio, cuando visite Sudán del Sur, donde también le daremos la bienvenida como profeta de la paz”.
“Será un momento de celebración, pero sobre todo un momento de compromiso, de resistencia, para dar voz a los que no la tienen”, concluye don Dante, “para denunciar la maldad de la guerra y sus consecuencias, incluso en la lejanía, y para reafirmar nuestra obstinación en construir la paz y el futuro. Fruto de una vida cotidiana de solidaridad y cercanía con los más pobres de África”.
(AP/DC) (Agencia Fides 10/6/2022)


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