AMERICA/COLOMBIA - Llamamiento del Presidente de la Conferencia Episcopal Colombiana a resolver los numerosos problemas sociales que afligen al pueblo colombiano

martes, 7 febrero 2006

Bogotá (Agencia Fides) - El lunes 6 de febrero, con la alocución inicial de Mons. Luis Augusto Castro Quiroga, Arzobispo de Tunja y Presidente de la Conferencia Episcopal Colombiana, dio inicio a la LXXX Asamblea Plenaria del Episcopado Colombiano que concluirá el 10 de febrero. Mons. Castro comenzó su saludo agradeciendo al Papa su primera Encíclica “Deus Caritas est” que supone una invitación a realizar un acto de fe en Dios amor, a un profundo aprecio del amor humano y a un nuevo entusiasmo en el ejercicio organizado de la caridad. Reiteró a continuación el compromiso de la Iglesia católica por la reconciliación y la paz recordando como “la visión de paz de la Iglesia no es la de la paz como simple cese del fuego u hostilidades” sino que se debe tener en cuenta también el conflicto social. En este sentido, continua Mons. Castro, “debemos comprometernos a promover de diversas y eficaces maneras, espirituales y sociales, económicas y políticas, la cultura de la solidaridad... y renovar nuestra opción preferencial por los pobres”.
Otros de los numerosos problemas presentes en el país tratados por Mons. Castro en su discurso inaugural fueron: el desafío actual de los desplazados al que debemos “responder con efectividad y creatividad cotidiana”; las minas antipersonales mostrando su apoyo a todos los que enfrentan este gravísimo problema; el problema del aborto para el cual se debe ofrecer ayuda espiritual y social lo más eficaz posible a las madres y una correcta educación sexual tanto en las familias como en las instituciones educativas; la violencia intrafamiliar y maltrato infantil que “exige de nosotros intensificar la pastoral familiar e infantil”.
Sobre los proceso electorales que tendrá lugar este año, afirmó que “la conciencia de los católicos debe saber discernir cuando uno u otro candidato, en lugar de ofrecer lo que está en sintonía con su propia fe o en sintonía con el bien común, plantea formas opuestas de vida y programas no éticamente aceptables”. Expresó también su preocupación por la falta de una ley que garantice el derecho a la educación para todos los colombianos e insistió en que las negociaciones para la firma de un Tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos deben tener en cuenta el bien común de todos y en particular de los pobres y excluidos.
Respecto a las peticiones dirigidas a la Iglesia católica desde diversas partes, el Arzobispo subrayó algunos objetivos: buscar una positiva, cordial y mutua colaboración; utilizar más y mejor los medios de comunicación para el apostolado; buscar mayor participación del pueblo de Dios en la acción pastoral de la Iglesia; influir en las estructuras injustas que generan exclusión y pobreza; ofrecer cada día un testimonio de rectitud en todos los campos; rechazar toda forma de fundamentalismo como contrario a la fe cristiana. (RG) (Agencia Fides 7/2/2006 Líneas: 34 Palabras: 483)


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