ASIA/LÍBANO - Las Hermanas Maronitas de la Sagrada Familia: “Junto a los jóvenes, seguimos a Jesús en la misión”

sábado, 4 junio 2022 jóvenes   evangelización   pobreza  

Beirut (Agencia Fides) – “Es difícil creer que en 2022 todavía haya personas que viven en la pobreza, en casas que no tienen baño, cocina, calefacción, electricidad, donde la gente sigue muriendo de tuberculosis y donde van a la escuela sin libros y sin zapatos”: es el testimonio concedido a la Agencia Fides por la hermana Marie Antoniette Saadé, superiora general de las Hermanas Maronitas de la Sagrada Familia en Beirut. “Somos una pequeña comunidad de mujeres consagradas en misión”, explica la hermana Marie, “seguimos a Jesucristo en misión, estando cerca de los jóvenes y los niños. Hoy estamos a cargo de unas 40 estructuras en el Líbano, incluyendo una universidad en Batroun, algunas escuelas y un hospital. También estamos presentes en Siria y Australia”.
La Congregación femenina de la Sagrada Familia fue fundada en 1895 por el Patriarca de la Iglesia Maronita, Elias Hoyek. Desde el principio, la principal vocación de las hermanas fue la educación de las jóvenes libanesas, con el objetivo de consolidar la fe cristiana en las familias. Las hermanas luego crearon misiones especiales para niños, enfermos y ancianos. “Estamos asistiendo a un profundo cambio en la sociedad libanesa, a todos los niveles - dice la Superiora General -. Debido a la difícil situación económica del Líbano, la gente ya no cree en el futuro. Los jóvenes esperan salir del país: ven en la posible salida la mejor perspectiva para su futuro, una oportunidad para vivir bien, y esta tendencia afecta especialmente a las comunidades cristianas”.
La religiosa continúa diciendo: “En las comunidades urbanas, y sobre todo en los pueblos, hemos visto cuánta pobreza y miseria existen. El analfabetismo es muy alto, hay muchos niños que no comienzan primero de primaria. En las calles del centro de Beirut o Trípoli se ven niños mendigando, vestidos con harapos. Además, los hospitales sólo están en la capital, mientras que en las clínicas de los pueblos de zonas remotas, como la nuestra, sólo se encuentra alguna enfermera ocasional".
“Hoy, nuestro compromiso – subraya - empieza por garantizar lo necesario para el sustento diario, empezando por la alimentación. Faltan productos de primera necesidad, como aceite para cocinar, detergentes, pañuelos. La gente lucha por conseguir las cosas más básicas".
“A pesar de todo – continúa explicando a Fides la hna. Marie - hay esperanza y podemos dar testimonio de ella. En estos años hemos visto cómo el Señor ha abierto el camino para esta misión. Con la ayuda de voluntarios del extranjero, que trabajaron con un grupo de niños locales, se construyó una escuela y en 2015 iniciamos el primer curso escolar con 140 niños matriculados. Algunas hermanas imparten clases y tenemos un grupo de profesores locales con los que colaboramos estrechamente”. “Desde 2016 -continúa- hemos puesto en marcha un sistema de estudio asistido para adultos, con el fin de recuperar los años escolares perdidos. Las matriculaciones son altas, y esto es una gran señal de esperanza para nosotros, que vemos pintada en las caras de jóvenes y mayores que tienen la oportunidad de volver a sus pupitres”.
“Queda mucho por hacer - dice la hermana Marie - y es muy importante fijarse en los numerosos jóvenes libaneses que se están formando, en las tímidas pero alentadoras respuestas positivas de la gente, a la que hay que animar y ayudar”. A las hermanas maronitas, dice para concluir, “se nos confía la misión de responder, con nuestro propio estilo y según el carisma de nuestro fundador, el Venerable Siervo de Dios Elías Hoyek (1843 - 1931), a los desafíos que esta tierra y esta sociedad nos plantean”.
(ES) (Agencia Fides 4/6/2022)


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