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Roma (Agencia Fides) – “Para evitar el riesgo inminente de una crisis alimentaria mundial sin precedentes, se necesitan urgentemente soluciones sostenibles a largo plazo y voluntad y determinación política, abordando las raíces de nuestro injusto sistema alimentario que desencadena el hambre”, afirma el Secretario General de Caritas Internationalis, Aloysius John, con motivo del Día Mundial contra el Hambre, que se celebra hoy, 28 de mayo de 2022.
El impacto del COVID-19, los conflictos, la crisis climática, la guerra en Ucrania están teniendo terribles consecuencias en todo el mundo, especialmente en lo que respecta a la inseguridad alimentaria. De ahí el llamamiento a través de la Agencia Fides de la Confederación Caritas, que pide a los gobiernos y a las principales partes interesadas que se comprometan a todos los niveles e insten a la aplicación de estrategias de recuperación sostenibles, basadas en el tratamiento de las repercusiones del cambio climático y los conflictos.
“Un mundo sin hambre es posible si se motiva y anima a las personas a convertirse en actores activos en la producción de alimentos”, subraya Aloysius John.
Según la nota recibida, en Burkina Faso, para ayudar a los más de 2,2 millones de personas que padecen hambre como consecuencia del conflicto y de las condiciones meteorológicas extremas, las Cáritas locales han proporcionado a los afectados alimentos y acceso a servicios sociales y económicos para mejorar la inclusión. También han facilitado el acceso a la información y los servicios a los pequeños agricultores y otros agentes de la cadena de valor para mejorar la producción y la transformación de productos sostenibles y alimentos nutritivos. En los campos rohingya de Bangladesh, la Confederación ha organizado y apoyado varias iniciativas de microcrédito.
En todo el mundo, unos 276 millones de personas sufren de inseguridad alimentaria aguda, mientras que 811 millones de personas siguen yendo a dormir sin comer. En las regiones del Sahel y el Cuerno de África, varios millones de personas se enfrentan a condiciones de sequía y hambruna, y se estima que entre 15 y 16 millones de personas en Etiopía, Kenia y Somalia necesitan ayuda alimentaria inmediata debido a la sequía (véase Fides 23/5/2022). En Venezuela, donde la desnutrición infantil ha aumentado al 26% durante la pandemia de Covid-19, 9,3 millones de personas sufren inseguridad alimentaria y el 96% de la población vive en la pobreza, con menos de 3 dólares al día. En Siria, se calcula que más del 55% de la población sufre inseguridad alimentaria. El número de niños sirios desnutridos -más de 6,5 millones- ha aumentado un 7% sólo en el último año.
(AP) (Agencia Fides 28/5/2022)
