ASIA/SRI LANKA - Los supervivientes de los atentados de Semana Santa: “Unidos en la fe, esperando la verdad y la justicia”

sábado, 7 mayo 2022 justicia   terrorismo   fe   derechos humanos  

Roma (Agencia Fides) – “No dejaremos de pedir verdad y justicia sobre los atentados de 2019. Las autoridades deben comprometerse a localizar a los autores e instigadores de las masacres. Debe establecerse quién está realmente detrás de los ataques. Esto no es sólo un problema para los católicos. Todos los esrilanqueses han sufrido tras este atentado”. Así lo ha dicho en una entrevista con la Agencia Fides Chandima Yasawardana, una de las víctimas involucradas en los atentados de Semana Santa que el 21 de abril de 2019, en Sri Lanka, causaron la muerte de 279 personas e hirieron a 500, golpeando iglesias y hoteles. Tras las celebraciones conmemorativas del tercer aniversario de la masacre, una delegación de representantes de la Iglesia de Sri Lanka y sus familias llegó a Roma hace unos días y fue recibida por el Papa Francisco. Muchas personas, víctimas de esos brutales ataques, han podido dar testimonio de su sufrimiento, mostrando de forma tangible su profunda fe. Chandima, de 47 años, es de Negombo, ha perdido a su marido y a sus dos hijas: “Es difícil, y ha sido muy duro poder pensar en un futuro - dice a la Agencia Fides - Agradezco al cardenal Malcolm Ranjith y a toda nuestra comunidad católica de Negombo, porque nos ha dado apoyo y un respaldo fundamental para afrontar la vida cotidiana. Hoy no tengo nada que pedir para mí, excepto que ninguna madre, ninguna mujer pueda volver a vivir una experiencia dolorosa similar, de ver a su familia destruida. Pido a Dios que conserve y bendiga al Papa, a nuestro Cardenal, y el trabajo incesante de los sacerdotes y las religiosas”.
Es imposible olvidar la sangre de los cientos de cuerpos destrozados en los bancos de las iglesias, y el profundo dolor de la pérdida de los propios familiares. Así lo cuenta Prageeth Thushantha, que perdió a su mujer de 35 años, a su hija de 14, a su hija de 9 y a su hijo de 7 años en la iglesia de San Sebastián de Negombo. El hombre afirma: “Tenía tres trabajos para mantener a mi familia, no me sacrificaba a mí mismo para que otras personas pudieran matarlos. Quiero saber por qué y por quién fueron asesinados”. Gloriya George, de 22 años, de Batticaloa, junto con su hermana de 2 años, vio morir a su padre en sus brazos mientras lo subía a un taxi para llevarlo al hospital, donde además le robaron oro y dinero. “Cuando ocurrió, pensé que el Señor me había abandonado; pero luego cambié de opinión y me di cuenta de que Dios me ha dado la fuerza y el valor para afrontar todo esto”. “Queremos saber la verdad”, dice a Fides Shiran Anton Jansz, de 51 años, taxista en Negombo. “Mi mujer y mi hija están muertas. Hoy tenemos sed de justicia: es con la esperanza en Dios que sigo adelante”.
“Debemos vivir, seguir viviendo por todos los que perdieron la vida ese día”, subraya Hasaru Jayakody, un estudiante de ingeniería de 20 años, también de Negombo. Su madre, que estaba a un paso de él en la iglesia, no sobrevivió a la explosión.
“La Iglesia católica acompaña a los necesitados y a los últimos”, dice el padre Nicola Subasinghe, sacerdote de Sri Lanka, “hemos llevado nuestro llamamiento a la verdad y a la justicia y se lo hemos entregado al Papa Francisco, pidiéndole su apoyo y encontrando en él una cálida acogida. Pedimos a todos los fieles -concluye- que recen con nosotros, en nombre de Dios, en busca de la verdad. Sabemos que Dios, que es la Providencia, no nos abandona”.
(ES) (Agencia Fides 7/5/2022)


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