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La Paz (Agencia Fides) - “En diferentes regiones, nuestro querido país está sufriendo los efectos negativos de la naturaleza: desborde de ríos, pérdida de vidas humanas, de cosechas, de ganado y de viviendas, además de enfermedades, carencia de alimentos y de medicinas, siendo los más afectados los niños y las personas mayores. Tanto dolor y desesperación no puede dejar indiferente a ningún boliviano”, afirman los Obispos bolivianos en un comunicado titulado “Tuve hambre y me disteis de comer” firmado por el secretario General de la Conferencia Episcopal Boliviana, Mons. Jesús Juárez Párraga, Obispo de la Diócesis de El Alto.
“Todos los Obispos de Bolivia estamos sufriendo con cada uno de los damnificados” continua el comunicado reafirmando la importancia de unir el consuelo espiritual con la solidaridad material. En este sentido, las instituciones de la Iglesia dedicadas a obras sociales se comprometen a realizar todos los esfuerzos posibles de solidaridad.
Agradecen a continuación los Obispos al Gobierno nacional y a las autoridades “que colaboran con tanta abnegación” para ayudar a los hermanos y hermanas víctimas de las inclemencias de la naturaleza. Y realizan un llamamiento a toda la población y especialmente a los que profesan la fe en Cristo “a solidarizarse con nuestros hermanos y hermanas que pasan penurias” siguiendo la enseñanza de Jesucristo: “Tuve hambre y medisteis de comer... (Mt 25, 35-36). Terminan los Obispos Bolivianos animando a los hermanos que sufren a no perder la esperanza: “no están solos. Estamos con ustedes porque consideramos la vida de cada persona como el tesoro más importante de la creación”. (RG) (Agencia Fides 3/2/2006 Líneas: 22 Palabras: 279)
