EUROPA/UCRANIA - Los Oblatos de María Inmaculada misioneros junto al pueblo, en medio del sufrimiento de la guerra

lunes, 2 mayo 2022 guerras   política   institutos misioneros   misioneros  

Kiev (Agencia Fides) – “Ahora que estamos en guerra, los Oblatos de María Inmaculada (OMI), desde hace 32 años en Ucrania, no abandonaran el país ni el servicio pastoral. No se irán de Kiev, que ha estado rodeada un mes por las tropas rusas, ni de Chernihiv, donde los oblatos, junto con más de 70 personas, han vivido durante más de un mes en un búnker, bajo la iglesia. La ciudad estaba rodeada, no había agua ni luz; y era marzo, hacía frío y no había comida. Los oblatos no abandonaron a la gente, y eso que podían haber dejado la ciudad”: dice a la Agencia Fides el padre Pavlo Vyshkovskyy, misionero de los Oblatos de María Inmaculada (OMI) en Kiev.
“En otra comunidad, en Tyvriv - continúa el misionero - los OMI han acogido a noventa personas de Kharkiv, de la zona de guerra, que lo habían perdido todo. Llevan más de dos meses apoyando a estos refugiados. En Kiev, en nuestra parroquia de San Nicolás, hemos creado una especie de almacén para toda la zona, y hemos enviado siete vehículos con ayuda a toda la región de Kiev y también a Chernihiv, no sólo en las ciudades, sino también en los pueblos, donde por primera vez en más de un mes la gente ha visto pan”.
“Al principio fue muy difícil porque cuando Kiev estaba rodeada, las tiendas estaban cerradas y la gente tenía que hacer cola durante horas sólo para comprar pan. Ahora la guerra se ha trasladado al este del país. Hemos llevado ayuda a Kharkiv, Mykolaiv, Mariupol, con ayuda, alimentos, y estamos enviando todo lo que podemos a estas personas que están sufriendo”.
Todo esto, subraya el padre Pavlo, “es posible gracias a la solidaridad de nuestros hermanos OMI en todo el mundo. Desde Polonia han enviado mucha ayuda, pero también desde Italia, de amigos de las Misiones, de parroquias que conocemos. Necesitamos sus oraciones, porque durante dos meses la guerra ha desfigurado nuestro país. Rezamos para que no nos falte el Espíritu Santo y para que se restablezca la paz lo antes posible. Les agradecemos la ayuda que recibimos y, sobre todo, las oraciones que nos sostienen”.
Los primeros misioneros de la OMI llegaron al final de la Unión Soviética, hace treinta y dos años. Actualmente hay nueve comunidades religiosas de la OMI en Ucrania, la mayoría de las cuales se dedican a las parroquias, y trabajan también en la zona de Chernóbil y en Crimea,
El misionero concluye: "Hemos hecho mucho trabajo pastoral, porque después de la URSS la estructura y la red de parroquias quedó casi destruida. En Kiev, además de la iglesia de la que soy párroco, en la parroquia de San Nicolás, tenemos una comunidad que evangeliza a través de los medios de comunicación. Disponemos de una red de televisión y también de una agencia de prensa para llevar el anuncio del Evangelio a todos aquellos que, sobre todo últimamente por culpa de Covid y ahora por la guerra, no pueden ser contactados de otra manera. Otros misioneros OMI trabajan con los pobres: en la propia Kiev tenemos seis casas donde desde hace nueve años muchas personas, unas cuatrocientas cada semana, reciben ayuda material y espiritual. El Papa Pío XI llamó a los oblatos ‘padres especialistas de las misiones más difíciles’, y vamos donde nadie quiere ir. Allí estamos”.
(PA) (Agencia Fides 2/5/2022)


Compartir: