ASIA/IRAQ - El Patriarca caldeo Sako: que la luz de la Pascua de Cristo ilumine la oscuridad de estos tiempos de guerra

miércoles, 13 abril 2022 oriente medio   iglesias orientales   pascua   guerras   geopolítica  

Bagdad (Agencia Fides) - En el tiempo de Pascua, que este año coincide en parte con el Ramadán (mes de ayuno y oración en el calendario islámico), "todo creyente en Dios, y en particular los cristianos, deben rechazar la lógica mortal de la guerra”. Así lo ha dicho el cardenal Louis Raphael Sako, patriarca de la Iglesia caldea, que en su mensaje para la próxima fiesta cristiana invita a mirar la resurrección de Cristo como la única luz que puede iluminar la oscuridad del tiempo presente, marcado por los presagios de "una guerra mundial devastadora".
Refiriéndose explícitamente a las guerras que desgarran el mundo, el Patriarca caldeo invita "a todos los creyentes, cristianos y musulmanes, que actualmente están ayunando por el Ramadán, y también a los judíos, a mirar hacia la tragedia de Ucrania y de los países de Oriente Medio, su humillación y el desmantelamiento de su hermoso mosaico". Hoy más que nunca -señala el cardenal iraquí- la celebración de la Pascua es una ocasión propicia para reconocer también en este momento "el amor de Dios por los hombres, su cercanía y su infinita misericordia hacia todos", que se manifiesta "a través de la resurrección de Cristo", que tuvo lugar "para la salvación de la humanidad".
La resurrección de Cristo "viene a iluminar a los que están en las tinieblas y en la sombra de la muerte, y a dirigir nuestros pasos por el camino de la paz", recuerda el cardenal iraquí, repitiendo las palabras del canto evangélico de Zacarías, padre de Juan el Bautista. Es la resurrección de Cristo la que hace florecer los gestos gratuitos de caridad hacia los hermanos, y nos reúne, como sucedió con los discípulos de Jesús, "que se unieron cuando Él resucitó, y compartieron con amor todo lo que poseían".
En su reflexión sobre la Pascua, el Patriarca caldeo se pregunta por qué los valores espirituales cristianos han desaparecido en la mayoría de las sociedades actuales, empezando por las occidentales: "¿Qué hemos hecho con la enseñanza de Cristo, que nos llamó a amar a todos, incluidos nuestros enemigos?"
La Iglesia -continúa el cardenal Sako- está llamada a mirar los acontecimientos actuales que conforman la vida de nuestras sociedades a la luz del Evangelio. Cuando esto no ocurre, cuando no se atesora esa luz, incluso la agitación en muchas iniciativas eclesiásticas acaba siendo "infructuosa".
Los presidentes, las autoridades religiosas y las comunidades sociales -añade el Patriarca refiriéndose al sangriento conflicto que se ha abierto en el corazón de Europa- "deben trabajar para poner fin a la guerra entre Rusia y Ucrania, para resolver el conflicto con las herramientas de la diplomacia, y no con las armas". Hay que poner fin a la guerra, las víctimas, el dolor, la destrucción, la migración, la pobreza y la enfermedad. Hay que poner fin a la producción de armas letales en todas partes", y "toda persona honesta debe rechazar este infierno".
Dirigiendo también una reflexión a la parálisis político-institucional creada en Irak tras las elecciones de octubre, el Patriarca Sako desea que las fuerzas políticas asuman sus responsabilidades sobre el destino de la nación, y adopten "el lenguaje del diálogo y de la comprensión mutua, que es la única vía para salir del preocupante bloqueo político y formar un gobierno nacional" capaz de abordar con urgencia y sabiduría las reformas necesarias para salvaguardar la estabilidad económica y la cohesión social del país.
(GV) (Agencia Fides 13/4/2022)


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