AMÉRICA/BRASIL - Lucha contra la trata de seres humanos: compromiso conjunto de la Iglesia y las organizaciones sociales

miércoles, 30 marzo 2022 trata de seres humanos   iglesias locales   sociedad civil   política  

Nigrizia

Brasilia (Agencia Fides) – “Nuestras comunidades, las diferentes pastorales y las organizaciones de la sociedad civil se comprometen a sensibilizar, prevenir y formar nuevos líderes para la 'cultura del cuidado' de los hermanos y hermanas, en riesgo o supervivientes de la trata de personas”. Este es el primero de los compromisos surgidos del Seminario de Formación Nacional sobre la Lucha contra la Trata de Personas, celebrado virtualmente los días 24 y 25 de marzo.
En el documento final, firmado por Mons. Evaristo Pascoal Spengler, Obispo de Marajó y Presidente de la Comisión Pastoral Especial de los Obispos para la Lucha contra la Trata de Personas, se señala que el Seminario comenzó con una mesa redonda sobre el tema «El papel de la Iglesia, la sociedad y el Estado en la lucha contra la trata de personas». Entre los participantes se encontraban ejecutivos, parlamentarios, organizaciones y líderes de la sociedad civil implicados en la elaboración y aplicación de políticas públicas de lucha contra la trata de seres humanos. El Seminario continuó con exposiciones, debates y relatos de experiencias de esta triste realidad de violación de los derechos de millones de seres humanos.
Se realizaron numerosas referencias a los pronunciamientos y gestos concretos del Papa Francisco, quien ha afirmado más de una vez que la trata de seres humanos es una “plaga atroz”, “una herida en el cuerpo de la humanidad contemporánea, una herida en la carne de Cristo”, la expresión más brutal de la esclavitud moderna que asola a decenas de millones de personas en todo el mundo. Esta realidad, subraya el documento, “requiere una visión amplia e integrada de los factores que perpetúan este crimen global, lo que implica más que nunca una acción articulada en redes, capaz de asegurar una presencia solidaria junto a las víctimas y una colaboración efectiva junto a los poderes públicos, capaz de atajar las raíces estructurales de este crimen”.
Ante esta realidad, los compromisos que surgidos se refieren a la atención a los hermanos migrantes y refugiados, proporcionándoles condiciones dignas de acogida, asistencia e integración. “El mismo principio se aplica a las mujeres brasileñas en situación de migración forzosa, expuestas a la explotación, por su situación de gran vulnerabilidad y porque necesitan urgentemente un trabajo que les permita subsistir y mantener a sus familias”.
El Estado brasileño debe garantizar la asignación de un presupuesto suficiente para fortalecer la acción de las diferentes instituciones que son esenciales para reprimir y combatir este crimen, así como para implementar efectivamente las acciones de las Políticas Nacionales de Combate a la Trata de Personas y de Erradicación del Trabajo Esclavo.
El último compromiso se refiere a la construcción de “redes integradas e intersectoriales, que involucren las políticas públicas, el sistema judicial, el sistema de defensa de derechos, las organizaciones de la sociedad civil y los movimientos sociales, las instituciones educativas y de investigación, la asistencia social, los medios de comunicación y el periodismo, entre otros, en un trabajo articulado”.
(SL) (Agencia Fides 30/3/2022)


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