AMÉRICA - Todas las religiones unidas por la paz y la convivencia fraterna: se ponga fin de inmediato a la violencia

martes, 1 marzo 2022 guerras   paz   violencia   conferencias episcopales   comunidades religiosas  

Religions for Peace

Roma (Agencia Fides) - En una declaración conjunta de adhesión a la Jornada de oración y ayuno por la Paz del 2 de marzo, los representantes de varias confesiones religiosas presentes en Argentina invitan a todos sus ciudadanos “a ofrecer una oración desde los más profundo de sus convicciones por el pronto restablecimiento de la paz y la seguridad para quienes padecen hoy el flagelo de la guerra”. Como creyentes y personas de buena voluntad, se lee en el texto recibido en la Agencia Fides, estamos preocupados “por la falta de sensatez y humanismo para resolver conflictos. La guerra jamás puede ser una solución”, “reafirmamos nuestro deber cívico para la construcción de la convivencia y la fraternidad humana”. A la declaración de la Conferencia Episcopal Argentina también se unen la Comisión de Ecumenismo y Diálogo Interreligioso del Arzobispado de Buenos Aires, el Centro Islámico de la República Argentina, DAIA, Instituto de Diálogo interreligioso, la Iglesia Evangélica Luterana Unida, la Iglesia Metodista Argentina, el presbítero evangélico Marcelo Figueroa.
“Religions for Peace”, la coalición internacional de representantes de las religiones del mundo dedicada a la promoción de la paz, de la que forma parte el CELAM (Consejo Episcopal Latinoamericano), ha publicado una declaración en la que afirma: “Unidos en la dignidad de nuestra diversidad, todos los miembros de Religiones por la Paz de todo el mundo envían sus oraciones y su amor a todas las personas atrapadas en la última ronda de violencia y conflicto sin sentido que actualmente tiene lugar en Ucrania. Como organización fundada en una profunda convicción religiosa por la paz, inherente a todas nuestras tradiciones, rechazamos sin reservas cualquier forma de violencia”. El comunicado asegura que se reza por todas las personas implicadas en el conflicto, por los muertos y heridos, por los que se han visto obligados a abandonar sus hogares aterrorizados, por los ciudadanos de Ucrania y Rusia, “que sin culpa sufrirán espiritual y materialmente durante décadas”, por los creyentes de la región de todas las confesiones, por los líderes políticos, para que recuerden su deber de proteger la vida de cada ser humano bajo su liderazgo, y cesen inmediatamente esta violencia sin sentido.
Los Obispos de El Salvador también se unen a la Jornada de Ayuno y Oración convocada por el Papa Francisco, pidiendo la paz en Ucrania y en el mundo.
En el comunicado de la Conferencia Episcopal de El Salvador se recuerda que el Santo Padre ha pedido a todas las partes implicadas “que se abstengan de llevar a cabo cualquier acción que pueda causar aún más sufrimiento a la población, desestabilizando la convivencia entre naciones y desprestigiando el derecho internacional”. Por eso apoyan la convocatoria del Papa para el 2 de marzo, e invitan “a todos a responder generosa y solidariamente a esta llamada del Papa, uniéndonos todos en nuestro país”.
La Conferencia Episcopal de Colombia insta a todos los fieles y creyentes a participar en la Jornada de Oración y Ayuno para pedir la paz. En un mensaje, los obispos colombianos expresan su preocupación ante este conflicto y piden oraciones de los colombianos. “El empeoramiento de la situación de Ucrania nos preocupa y reclama nuestra atención. La guerra no es el camino; estamos llamados a buscar la paz. Pidamos a Dios para que todas las partes implicadas se abstengan de toda acción bélica, depongan las armas y busquen una salida diplomática y dialogada al conflicto”. Los obispos invitan a poner en manos de la Virgen del Rosario de Chiquinquirá, patrona de Colombia y Reina de la Paz, esta intención de oración por la reconciliación entre las dos naciones en conflicto.
“Nuestro ayuno del Miércoles de Ceniza, 2 de marzo, se une de manera especial a la intención del Santo Padre Francisco y a la Jornada de Ayuno por la Paz”, escribe el arzobispo de Managua (Nicaragua), cardenal Leopoldo Brenes, en su mensaje para la Cuaresma, que lleva por título una expresión de San Juan XXIII: “Todo se pierde con la guerra, nada se pierde con la paz”. “Haremos este ayuno -escribe el Cardenal- sintiendo el dolor de Cristo, el dolor de la Iglesia y de la humanidad, víctimas de la irracionalidad de la violencia y de la guerra, que siembran el orgullo y la ambición desmedida de los poderosos”. Con el Papa Francisco, el cardenal reitera: “A la diabólica insensatez de la violencia se responde con las armas de Dios, la oración y el ayuno”.
(SL) (Agencia Fides 1/3/2022)


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