AMÉRICA/COLOMBIA - Los obispos: “El aborto directo es un acto inmoral y una práctica violenta contraria a la vida”

miércoles, 23 febrero 2022 aborto   derechos humanos   conferencias episcopales  

Bogotá (Agencia Fides) – “Perplejidad y profundo dolor” han sido expresados por la Conferencia Episcopal de Colombia tras la publicación de la nota de la Corte Constitucional, 
según la cual “a “Conducta del aborto solo será punible cuando se realice después de la vigésima cuarta (24) semana de gestación y, en todo caso, este límite temporal no será aplicable a los tres supuestos fijados en la Sentencia C-355 de 2006”.
Los obispos reconocen que “en no pocas ocasiones, la realidad del aborto responde a dramas humanos que acarrean múltiples dificultades y angustias para la madre y su entorno”, y que “cuando la mujer es víctima, es razonable que tanto la sociedad civil como el ordenamiento jurídico procuren su defensa y protección”. Sin embargo, consideran que “la reivindicación de un derecho deja de ser legítima si implica negar o atropellar los derechos del prójimo. No se puede ocultar o minimizar el hecho de que todo embarazo implica la existencia de otro ser humano, distinto de la madre, en condiciones de indefensión y vulnerabilidad, quien tiene a su vez el derecho a formar parte de la familia humana”. Por lo que reiteran: “Sostener que los derechos a la vida y a recibir la protección del Estado, amparados por la Constitución, no lo cobijan desde el momento de su concepción, es una afrenta a la dignidad humana”.
Tutelar el supuesto derecho a suprimir una vida humana inocente, prosigue el comunicado de los obispos, “pone en riesgo el fundamento mismo de nuestro orden social y del Estado de Derecho. El aborto directo es un acto inmoral y una práctica violenta contraria a la vida”.
Ante la vía abierta por la Corte Constitucional, los obispos se preguntan si no habrían otros caminos que permitieran salvaguardar la vida de las madres junto con la de sus hijos todavía no nacidos, y reiteran que “el problema del aborto no puede limitarse solo a la mujer gestante, sino que reclama la solidaridad de la entera sociedad”. Según la Constitución, cada colombiano tiene el deber constitucional de obrar conforme al principio de solidaridad social, respondiendo con acciones humanitarias ante situaciones que pongan en peligro la vida o la salud de las personas. “Ya que esta virtud permite crear alternativas de bien, allí donde el mal se enarbola como única opción, queremos ser los primeros en ayudar a encontrar la opción buena cuando el aborto parece ser la solución”.
El comunicado, firmado por la Presidencia de la Conferencia Episcopal, concluye recordando “Aquel que vino a traer vida en abundancia”, con la esperanza de que también el Estado, así como todos los compatriotas de buena voluntad, “no escatimarán esfuerzos para proteger y promover la vida humana, aun en las circunstancias más complejas”.
(SL) (Agencia Fides 23/02/2022)



Compartir: