ÁFRICA/UGANDA - Educación, asistencia pastoral, litúrgica y espiritual para los refugiados del norte del país

jueves, 3 febrero 2022

Palabek (Agencia Fides) - El centro educativo de Palabek acoge a muchos refugiados que, por su condición, no han podido completar sus estudios. Muchas chicas se quedan embarazadas a una edad muy temprana, entre los 14 y los 18 años, por eso pensando en ellas y en sus necesidades, los misioneros salesianos de Don Bosco abrieron un centro de día donde las jóvenes madres pueden dejar a sus hijos y asistir a clases.
Se trata del Centro Profesional Don Bosco en el Palabek Refugee Camp, al norte de Uganda, donde en los últimos días, con motivo de la fiesta del Fundador, los estudiantes, el personal docente y administrativo, las religiosas, los catequistas, los animadores de la juventud, los líderes de la comunidad cristiana, se han reunido para celebrar al "Padre y Maestro de la Juventud", como se lee en una nota enviada a la Agencia Fides.
En Palabek, 250 alumnos realizan diversos cursos que van desde la agricultura, la energía solar, la construcción, la mecánica de motos, la costura, la carpintería, la herrería, la peluquería y la conducción de vehículos a motor. Los misioneros salesianos llegaron al campamento en junio de 2017, apenas unos meses después de su apertura. La mayoría de los refugiados proceden de las zonas del sur de Sudán, de las diócesis católicas de Torit y Malakal, y su número aumenta cada día. Son cristianos católicos que necesitan asistencia pastoral, litúrgica y espiritual.
Uganda es uno de los países del mundo donde la educación se paralizó por completo a causa de Covid-19. Durante casi dos años, todos los centros permanecieron cerrados. Cuando Yoweri Kaguta Museveni, presidente del país desde 1986, permitió la reapertura de las escuelas, muchas se encontraron con que no podían hacerlo por falta de recursos, o porque se habían convertido en viviendas de alquiler, o porque no había profesores disponibles. De hecho, muchos profesores y educadores se han visto obligados a buscar otras profesiones para mantener a sus familias.
La fiesta del Santo Educador - declaran los misioneros presentes – ha sido un momento de alegría y esperanza para todos los que han participado, y que están involucrados de diversas maneras en la obra de la educación. Pensando siempre en los jóvenes y en los más necesitados y pobres, como los chicos y chicas de Palabek, los salesianos recordaron la fiesta de su Fundador de la mejor manera posible.
(AP) (Agencia Fides 3/2/2022)


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