ASIA/TURQUÍA - En marcha una nueva normativa para las Fundaciones vinculadas a comunidades no musulmanas

martes, 7 diciembre 2021 oriente medio   iglesias orientales   iglesias locales   minorías religiosas   política   islam  

Ankara (Agencia Fides) - El gobierno turco se dispone a dictar una nueva normativa para la gestión administrativa de las fundaciones vinculadas a comunidades confesionales no musulmanas, que desde hace años están paralizadas por un impasse legislativo que bloquea de hecho la renovación de sus respectivos órganos de gobierno.
En Turquía, la gestión de las fundaciones de las minorías afecta de cerca a la vida de las comunidades cristianas locales, empezando por la comunidad armenia. De hecho, a estos organismos se les confía la gestión de los lugares de culto, los bienes inmuebles y las instituciones públicas vinculadas a las distintas comunidades no musulmanas, incluidos los judíos.
En los últimos días, Burhan Ersoy, director general de las Fundaciones, ha confirmado que el proyecto de elaboración de un nuevo reglamento relativo, sobre todo, a las elecciones para la asignación de puestos en el seno de las Fundaciones ha llegado a su fin, y que el proyecto de texto, ahora en estudio, se ha elaborado teniendo en cuenta las peticiones y propuestas recibidas de las distintas comunidades minoritarias. Se espera que la nueva normativa, tras obtener la aprobación del Gobierno, pueda entrar en vigor en abril de 2022.
Las anteriores normas electorales para la alta dirección de las fundaciones habían sido suspendidas en 2013, después de que el Gobierno se comprometiera a establecer nuevos procedimientos y justificara la medida con la intención declarada de hacer más funcional y transparente la gestión de los bienes inmuebles confiados a organismos estatales. En sus declaraciones a los medios de comunicación turcos, Ersoy señaló que durante las consultas los representantes de las distintas comunidades minoritarias no expresaron opiniones unánimes sobre los criterios que deberían guiar la redacción de las nuevas normas electorales, y algunos de ellos pidieron la simple restauración de los antiguos procedimientos suspendidos en 2013. Por su parte, el cristiano ortodoxo sirio Süleyman Can Ustabaşı, actual representante de las fundaciones no musulmanas en la Asamblea de Fundaciones, ha pedido a las autoridades turcas que celebren otra ronda de consultas con los representantes de las comunidades minoritarias antes de finalizar y aprobar la versión final de la nueva normativa.
El estatuto jurídico de las fundaciones sigue basándose en el Tratado de Lausana, firmado en 1923 por Turquía y las potencias victoriosas (Imperio Británico, Francia e Imperio Ruso). El tratado garantizaba a las comunidades confesionales no musulmanas de Turquía la igualdad ante la ley y la libertad de promover y gestionar "instituciones religiosas y sociales".
A lo largo de las dos últimas décadas, Turquía ha afrontado y resuelto un número creciente de cuestiones controvertidas relativas a la gestión y el destino de los bienes incautados por el Estado sobre los que las fundaciones reclamaban los derechos garantizados por el Tratado de Lausana. Según datos oficiales facilitados por los aparatos turcos, y recogidos por el periódico progubernamental Daily Sabah, unas 1.084 propiedades fueron devueltas a Fundaciones vinculadas a comunidades no musulmanas entre 2013 y 2018, y 20 lugares de culto fueron entregados a las mismas comunidades tras las renovaciones necesarias.
En el pasado, desde 1936, las disposiciones legislativas habían abierto la posibilidad de que las fundaciones comunitarias no musulmanas adquirieran nuevas propiedades. Luego, en 1974, esta garantía se anuló y el Estado comenzó a embargar masivamente las propiedades adquiridas por las fundaciones comunitarias no musulmanas desde 1936. Después del año 2000, las nuevas disposiciones emitidas de acuerdo con los paquetes de armonización de Turquía para la adhesión a la Unión Europea facilitaron la devolución a las Fundaciones de los bienes previamente incautados por el Estado.
Recientemente, fue el propio presidente turco Recep Tayyip Erdogan quien confirmó -tras una reunión de su gabinete celebrada el lunes 25 de octubre- que las autoridades competentes habían incluido en el orden del día la cuestión de las elecciones de los directores y juntas directivas de las fundaciones vinculadas a las comunidades confesionales minoritarias, instrumentos fundamentales para la gestión de los bienes y recursos destinados a los lugares de culto no musulmanes. Como ya informó la Agencia Fides (ver Fides 6/11/2021), el greco ortodoxo Laki Vingas, miembro del Consejo de Fundaciones, en un largo artículo publicado por el periódico armenio-turco Agos documentó los efectos negativos en la vida de las diversas comunidades eclesiásticas causados por el estancamiento legislativo en la cuestión del reglamento de las Fundaciones. El bloqueo en los procesos de renovación de los órganos de gobierno de las fundaciones -señaló Vingas- contribuye al proceso de alejamiento de los jóvenes de las instituciones vinculadas a sus propias comunidades, y también muchas actividades de voluntariado “se ven lamentablemente interrumpidas”.
En la Asamblea General de Fundaciones Turcas, el representante de las fundaciones no musulmanas habló en nombre de la red de 167 fundaciones comunitarias no musulmanas de Turquía. Las fundaciones "minoritarias" vinculadas a la comunidad judía son 19, mientras que las demás están vinculadas a diversas comunidades cristianas. La comunidad greco ortodoxa cuenta con 77 fundaciones, mientras que la armenia tiene 54.
(GV) (Agencia Fides 7/12/2021)


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