AMERICA/VENEZUELA - Llamamiento de los Obispos venezolanos a todos los ciudadanos a colaborar por el bien de la nación: “Ni la lamentación ni la crítica son suficientes... El único dialogo verdadero y eficaz es el que se fundamenta en la verdad, en la humildad, en el respeto al otro”

martes, 17 enero 2006

Caracas (Agencia Fides) - “Seguiremos acompañando a nuestro pueblo, de modo preferente a los más pobres y necesitado, a los enfermos y encarcelados, comunicándoles la fuerza y la esperanza del mensaje central del Evangelio: el amor que Dios Padre nos tiene como a sus hijos y el amor que como hermanos tiene que distinguirnos” afirman los Obispos venezolanos al concluir su 80º Asamblea Plenaria, en el comunicado final titulado “Ser Luz del mundo y Sal de la tierra en la Venezuela de hoy”, con fecha 11 de enero, en el que expresan sus preocupaciones y esperanzas al empezar un nuevo año.
Comienzan los Obispos recordando con preocupación la situación del país “que nos interpela por la magnitud de sus problemas” como son la incertidumbre de su destino democrático por los problemas políticos, la manifiesta sospecha de una amplia y profunda corrupción a nivel interno, el deterioro de las instituciones, la disminución de la calidad de vida por el aumento acelerado de la pobreza y la inseguridad. En este contexto, los Obispos recuerdan que los programas sociales que se realizan son “ciertamente respuestas parciales” pero no resuelven la raíz de estos fenómenos.
Por ello, lanzan un llamamiento a “tener clara conciencia de que las vías de solución de nuestros problemas solamente las podemos descubrir o construir entre los venezolanos”. “Todos nos necesitamos - continúan los Obispos - y todos podemos aportar. Ni la lamentación ni la crítica son suficientes”. Por ello lanzan una invitación “a todos los grupos políticos y económicos a anteponer los intereses generales de la población a sus intereses grupales”, porque como recuerdan los Obispos, “sin conciencia de los deberes y derechos ciudadanos no se logra el bien común; sin su ejercicio libre, justo y solidario no se puede experimentar la reconciliación, ni vivir en paz y democracia”.
Terminan los Obispos pidiendo a los católicos comprometidos a “pensar en un proyecto común para una Venezuela mejor” para lo cual es indispensable “deponer actitudes o posturas cerradas y abrirse al dialogo. El único dialogo verdadero y eficaz es el que se fundamenta en la verdad, en la humildad, en el respeto al otro y en la disposición a cambios profundos y duraderos”. (RG) (Agencia Fides 17/1/2006 Líneas: 31 Palabras: 410)


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