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Monrovia (Agencia Fides) - Tiene 25 años, de los cuales la mitad los ha pasado como refugiada en un País extranjero: es el retrato de buena parte de los habitantes de Liberia, que se preparan para celebrar el asentamiento de Ellen Johnson-Sirleaf como nueva Jefe del Estado, el lunes 16 de enero. "La reinserción de centenares de millares de refugiados que huyeron al extranjero durante la guerra civil es ciertamente uno de los problemas principales que tendrá que afrontar la nueva Presidenta" dice el P. Mauro Armanino, misionero de la Sociedad de Misiones Africanas, de la capital liberiana, Monrovia.
"Tengo aquí junto a mí un chico cuya madre está refugiada en el extranjero desde 1991, primero en Sierra Leona, luego, después de que estallase también en aquel país la guerra civil, en Guinea, dónde vive todavía" cuenta el religioso. “Se también de casos de personas que han vuelto a Liberia y se han ido a vivir en los campos de refugiado en los alrededores de Monrovia."
La nueva Presidenta tiene por lo tanto ante si una labor difícil, pero ya ha conseguido un resultado positivo: ha dado esperanza y dignidad a la población liberiana que se encuentra al extremo después de tantos años de guerra civil. "El País se prepara para celebrar el asentamiento de la nueva Presidenta con alegría y con cierto orgullo" comenta en efecto el p. Armanino. "Son sobre todo las mujeres las más orgullosas porque Johnson-Sirleaf es la primera mujer africana que llega a ser Jefe de Estado y además con elecciones libres y democráticas. Un resultado no pequeños para un País que hasta hace poco sólo era conocido por los horrores de la guerra civil."
"El clima que reina es de fiesta" continúa el misionero. "A partir de mañana sábado 14 de enero, comenzarán 3 días de celebración por el asentamiento de la Presidenta. Se iniciará mañana con un encuentro cultural, en el estadio de Monrovia. Habrán bailes y cantos de tradición liberiana, nacida por el encuentro de la cultura Gospel, de derivación estadounidense, con la local. Es un modo importante para redescubrir y mantener vivas las propias raíces espirituales y culturales, que la guerra civil amenazaron con destruir."
El domingo 15 de enero, Johnson-Sirleaf acudirá por la mañana a una ceremonia metodista, religión del nuevo Presidente, y luego por la tarde, tendrá un encuentro con las mujeres liberianas para discutir sobre sus problemas y el futuro del País. El lunes 16 de enero, será la ceremonia oficial de asentamiento con la presencia de muchas delegaciones extranjeras.
"La llegada de muchas personalidades del extranjero, entre ellos la Secretario de Estado estadounidense Condoleeza Rice, está creando cierta preocupación entre las locales fuerzas del orden, que han sido reforzadas con elementos extranjeros" dice el misionero.
"Con el asentamiento de la nueva Presidenta se cierra la fase de transición, que ha durado 2 años, que ha llevado el País a las elecciones" dice el P. Armanino. "Ha sido un período de luces y sombras. En cuanto al lado positivo se ha conseguido un cierto grado de seguridad y un bienestar muy relativo, por lo menos para aquellas personas que han encontrado un empleo entre las numerosas organizaciones no gubernamentales y de las Naciones Unidas que han abierto oficinas en Liberia. Pero por otro lado, continua habiendo graves carencias en el plano estructural. Muchas zonas del País y también muchos barrios de Monrovia no tienen electricidad ni agua corriente. Millares de viviendas están destruidas, aunque muchas personas están trabajando para reconstruir su casa".
"Por tanto, el camino que debe recorrer la Presidenta Johnson-Sirleaf es difícil. Se trata en todo caso de una persona que conoce y es conocida por la comunidad internacional. Y ésta puede ser una ventaja para atraer ayudas e inversiones del extranjero. Espero también que sea capaz de no excluir a la población del proceso decisional que dará forma al futuro del País" concluye el misionero. (L.M) (Agencia Fides 13/1/2006 Líneas: 48 Palabras: 671)
