ÁFRICA/ RD CONGO - “El estado de asedio para detener la violencia puede ser un fracaso”

sábado, 29 mayo 2021 grupos armados   violencia  

Kinshasa (Agencia Fides) – “¿La militarización de las administraciones civiles y la intensificación de la presión armada serán suficientes para rebajar la espiral de violencia que atormenta el Este de la República Democrática del Congo desde hace más de 20 años? Es difícil de decir”, se lee en una nota de la Red de Paz para el Congo sobre el estado de sitio en las provincias de Kivu Norte e Ituri, en el este del país, que entró en vigor el 6 de mayo (véase Fides 7/5/2021).
“Es sorprendente confiar plenos poderes a los militares, cuando las fuerzas de seguridad nacional parecen ser responsables de casi la mitad de los actos de violencia cometidos”, se afirma en la nota enviada a la Agencia Fides.
En un informe de marzo de 2021, el Comité Conjunto de Derechos Humanos de las Naciones Unidas (BCNUDH) afirmó que el 47% de las violaciones de los derechos humanos son cometidas por agentes del Estado (miembros del ejército y la policía) y el 53% restante por diversos grupos armados.
“Haber confiado plenos poderes a los militares es, por tanto, motivo de gran preocupación no sólo para las organizaciones de derechos humanos, sino también para la propia población local”, subraya la Red de Paz para el Congo. “Aún más ya que las medidas adoptadas en el marco del estado de sitio (ley marcial) son particularmente radicales”. Según Human Rights Watch, “las autoridades militares pueden realizar registros en domicilios particulares tanto de día como de noche, impedir publicaciones y reuniones que puedan considerarse actos de alteración del orden público, restringir la circulación y el movimiento de personas y detener a cualquier sospechoso de alterar el orden público. Además, los tribunales militares sustituirán a los tribunales civiles, lo que es contrario a las normas nacionales e internacionales”.
La Red de Paz para el Congo también recuerda que “muchos soldados del ejército congoleño son antiguos miembros de grupos armados que se integraron en él como resultado de los sucesivos ‘acuerdos de paz’ entre el gobierno y los propios grupos armados. La integración de antiguos miembros de grupos armados en el ejército siempre ha sido un fracaso, tanto por su falta de profesionalidad y disciplina como por su tendencia a desertar de nuevo”.
“Intentar reconstruir la paz con los mismos actores que llevan 20 años sembrando el caos es una apuesta arriesgada para el presidente Tshisekedi”, afirma la Red promovida por los misioneros que trabajan en la zona. “Pensar que la solución militar es la única manera de llevar la paz al este de la RDC es un error. También hay que buscar otras soluciones políticas y económicas, porque las causas de la inseguridad son múltiples: la ausencia de autoridad del Estado, la explotación ilegal de los recursos naturales, los conflictos por la tierra, las rivalidades políticas, el fracaso de los programas de desarme/movilización/reintegración, el clientelismo. Sin este enfoque más amplio y global, el estado de sitio (ley marcial) podría ser un nuevo fracaso”, concluye la nota.
(L.M.) (Agencia Fides 29/5/2021)


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