ASIA/MYANMAR - Llamamiento del cardenal Bo tras las bombas en la iglesia: es una tragedia humanitaria, detengan los ataques

miércoles, 26 mayo 2021 paz   reconciliación   guerras   política   sociedad civil   líderes religiosos  

Yangon (Agencia Fides) – “Con inmenso dolor expresamos nuestra angustia por el ataque a civiles inocentes que buscaban refugio en la Iglesia del Sagrado Corazón, en la noche del 23 de mayo”: así lo dice el Cardenal Charles Maung Bo, Arzobispo de Yangon y Presidente de la Conferencia Episcopal de Birmania, en un nuevo y sentido llamamiento en el que condena los “actos violentos y el continuo bombardeo, con armas pesadas, sobre un grupo asustado de mujeres y niños”. El cardenal se refiere a los recientes ataques de las fuerzas militares a las aldeas de la zona de Loikaw, en el estado birmano de Kayah, al este de Myanmar, fronterizo con Tahilandia. En el pueblo de Kayanthayar, la iglesia católica del Sagrado Corazón también fue destruida por el fuego de los morteros y, entre los evacuados que se habían refugiado allí, murieron cuatro personas y muchas resultaron heridas, entre ellas mujeres y niños. El edificio de la iglesia sufrió grandes daños, "lo que demuestra la intensidad del ataque a un lugar de culto", que obligó a los evacuados a huir a la selva. Ahora miles de personas se encuentran en una situación desesperada, señala el Cardenal, con falta de alimentos, agua, refugio, higiene y medicinas. "Entre ellos hay muchos niños y ancianos, obligados a pasar hambre y sin asistencia médica", señala el arzobispo, que afirma con amargura: "Es una gran tragedia humanitaria".
El llamamiento del cardenal Bo recuerda todas las convenciones internacionales sobre la protección de iglesias, templos, escuelas, hospitales y lugares de valor histórico y cultural incluso durante los conflictos, pero se detiene sobre todo en un aspecto, el de la guerra civil: "Recordemos que la sangre que se derrama no es la sangre de un enemigo; los que murieron y los que resultaron heridos son los ciudadanos de este país. No estaban armados; estaban dentro de la iglesia para proteger a sus familias. Todos los corazones de este país están de luto por la muerte de inocentes".
El cardenal Bo es también representante de la organización " Religions for peace ", que reúne a líderes religiosos de diferentes comunidades. Todos ellos renuevan su llamamiento a la paz en un país que pronto podría enfrentarse a una nueva ola de Covid-19. "El conflicto es una cruel anomalía en este momento. La paz es posible; la paz es el único camino", escribe una vez más el arzobispo Bo, señalando el criterio para garantizar un futuro próspero para la vida social, civil y política en Myanmar.
"Rezamos por la paz en esta gran tierra", concluye el mensaje del cardenal, "y esperamos que todos podamos vivir como hermanos y hermanas en esta gran nación". "Los líderes religiosos birmanos (cristianos, budistas y de otras religiones) dicen estar dispuestos a participar en un foro consultivo sobre la paz y la reconciliación como espacio abierto al diálogo, partiendo de "un deseo de pacificación y de respeto a la santidad de la vida humana y a los derechos fundamentales de todos los ciudadanos".
(PA) (Agencia Fides 26/5/2021)


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