ÁFRICA/SUDÁN DEL SUR - Atentado al obispo, se busca a los responsables: Carlassare había sido recibido con una gran fiesta del pueblo

martes, 27 abril 2021 violencia   obispos   grupos armados   criminalidad  

Resto del Carlino

Médicos del CUAMM trabajando en Rumbek

Rumbek (Agencia Fides) - Los autores y las motivaciones del grave episodio del atentado contra el obispo electo de Rumbek, Christian Carlassare, siguen siendo desconocidos. Según algunos observadores en el origen del ataque al prelado comboniano, el obispo italiano más joven del mundo -nombrado por el Papa Francisco el 8 de marzo y a la espera de su consagración y toma de posesión oficial en Rumbek el 23 de mayo- podría haber un descontento étnico. La Agencia Fides ha contactado a Enzo Pisani, coordinador de CUAMM – “Médicos con África” en Rumbek, una ONG que gestiona un hospital y que prestó la primera asistencia al obispo herido, luego trasladado a Juba y finalmente a Nairobi (en Kenia). El obispo está ahora mejor y no corre peligro de morir. “Es realmente demasiado pronto para entender qué o quién está detrás del ataque - comenta Pisani -. Estoy seguro de que las autoridades harán todo lo posible por esclarecer los hechos; es un obispo de nacionalidad italiana, habrá investigaciones serias. Dado su papel y su nacionalidad, creo que nos moveremos rápidamente. El sacerdote que abrió la puerta a los atacantes es de la zona y creo que puede aportar información útil”. Por el tipo de acción, señala Pisani, “podemos imaginar que fue una verdadera intimidación por parte de la mafia local, ya que no se llevaron nada”.
Sobre la situación social en la ciudad, Pisani recuerda que “la diócesis de Rumbek está vacante desde hace diez años, después de la muerte de un querido obispo, el padre Mazzolari en 2011, por lo que es una señal de que hay problemas en el territorio”. El tema de las diferencias étnicas es siempre muy sensible incluso entre los fieles cristianos. En Juba, el nombramiento del nuevo obispo Stephen Ameyu Mulla, que no era originario de la capital, fue seguido de largos meses de protestas, tensiones y violencia, y pasó mucho tiempo antes de que el obispo pudiese tomar posesión.
Pisani continúa: “Nos sorprendió el hecho de que, a pesar de que el padre Christian no era un sacerdote local, sino un extranjero, en el momento de su nombramiento el pueblo lo celebró. Llevaba diez años esperando un obispo y cuando llegó, el pasado 15 de abril, fue recibido con una gran celebración. Aquí la etnia preponderante son los dinkas, un grupo muy particular: son muy celosos de su identidad cultural, un elemento que les ha protegido durante siglos pero que también les hace ser muy cuidadosos y cautelosos. Y sin embargo, si en otros contextos no se ha aceptado un nuevo Obispo, en el caso de Mons. Carlassare, también por la continuidad con el querido Mazzolari (ambos son combonianos, ed.), la celebración fue grande. El deseo de tener un nuevo obispo era enorme. Aquí se suele decir que la guerra civil estalló y ha continuado precisamente por la ausencia de pastores en varias diócesis: un rebaño que no tiene pastores es más propenso a la desbandada, a la violencia”.
El coordinador del CUAMM concluye sobre la situación del conflicto civil en Sudán del Sur: “El proceso de desarme ha comenzado y puedo decir que, en comparación con el año pasado, hemos registrado una fuerte reducción del número de heridos, pero el camino hacia la paz es todavía largo. Esperamos que se produzcan avances lo antes posible y, sobre todo, que el padre Cristian pueda volver rápidamente a su puesto”.
(LA) (Agencia Fides 27/4/2021)


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