VATICANO - Que la fiesta del Bautismo del Señor "sea una ocasión propicia para que todos los cristianos redescubran la alegría y la belleza de su Bautismo que, vivido con fe, es una realidad siempre actual ": exhortación del Papa Benedicto XVI en el ángelus

lunes, 9 enero 2006

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - En el domingo en que la Iglesia celebra la fiesta del Bautismo del Señor, al final del tiempo litúrgico de la Navidad, el Santo Padre Benedicto XVI ha invitado a posar la mirada en Jesús y redescubrir la belleza del propio Bautismo. Después de haber celebrado la Santa Misa con la administración del Bautismo a un grupo de diez niños en la Capilla Sixtina, el Santo Padre se asomó a la ventana de su estudio en el Palacio Apostólico Vaticano para recitar el ángelus con los fieles reunidos en la Plaza de San Pedro.
“Cuando Jesús fue bautizado en el Jordán- dijo el Santo Padre - el Espíritu Santo descendió, se posó sobre Él con una apariencia corporal de paloma, y Juan el Bautista reconoció que Él era el Cristo, el «Cordero de Dios», venido para quitar el pecado del mundo. Por ello, el Bautismo en el Jordán es también una «epifanía», una manifestación de la identidad mesiánica del Señor y de su obra redentora, que culminará con otro «bautismo», el de su muerte y resurrección, por el que todo el mundo será purificado en el fuego de la divina misericordia”.
Recordando el bautismo de los recién nacidos, que había celebrado poco antes, el Papa Benedicto XVI ha explicado que "el Bautismo de los niños expresa y realiza el misterio del nuevo nacimiento a la vida divina en Cristo.... don recibido por los recién nacidos exige que sea acogido por ellos, una vez que se hagan adultos, de manera libre y responsable: este proceso de maduración les llevará después a recibir el sacramento de la Confirmación, que confirmará precisamente el Bautismo y les conferirá el «sello» del Espíritu Santo”.
Luego el Papa ha exhortado a los presentes con estas palabras: “que la solemnidad de hoy sea una ocasión propicia para que todos los cristianos redescubran la alegría y la belleza de su Bautismo que, vivido con fe, es una realidad siempre actual: nos renueva continuamente a imagen del hombre nuevo, en la santidad de los pensamientos y de las acciones. El Bautismo, además, une a los cristianos de toda confesión. En cuanto bautizados, todos somos hijos de Dios en Cristo Jesús, nuestro Maestro y Señor. Que la Virgen María nos alcance la gracia de comprender cada vez mejor el valor de nuestro Bautismo y de testimoniarlo con una digna conducta de vida". (S.L) (Agencia Fides 9/1/2006 - Líneas: 29 Palabras: 442)


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