ÁFRICA/MOZAMBIQUE - Cientos de personas evacuadas de Pemba, donde la situación es incierta; preocupación por los niños de la zona

martes, 30 marzo 2021 yihadistas   infancia   desplazados  

Maputo (Agencia Fides) - Continúan los esfuerzos para evacuar a las personas atrapadas en la ciudad de Palma, en el norte de Mozambique, a pesar de la tensa situación.
El 24 de marzo, los combatientes rebeldes atacaron la ciudad en la provincia de Cabo Delgado, cerca de la frontera con Tanzania, matando a docenas de personas e hiriendo a otras tantas. Varias personas siguen desaparecidas. Una nota del ISIS, al que el grupo yihadista local dice estar afiliado, afirma que 55 soldados mozambiqueños han perdido la vida en los combates.
Al menos 120 personas atrapadas en el hotel Amarula han sido rescatadas por helicópteros de una empresa militar privada sudafricana, mientras que otras intentaron escapar por mar y por tierra, pero acabaron en una emboscada de los rebeldes (véase Fides 29/3/2021). Los testimonios de los fugitivos y de los rescatadores son dramáticos, en las calles de Palma, yacen los cuerpos de decenas de personas, algunos de ellos decapitados.
Fuentes militares informan de que con este ataque los rebeldes, definidos genéricamente como Shabaab (como los yihadistas somalíes con los que no parecen tener relación), que llevan sembrando el terror en la provincia de Cabo Delgado desde 2017, han dado un salto cualitativo. El asalto estuvo bien coordinado y los yihadistas utilizaron armas relativamente pesadas, como morteros y lanza granadas.
Mientras la situación en Palma sigue siendo incierta, Unicef ha dado la voz de alarma sobre la situación de los niños en la provincia mozambiqueña. “Todavía no sabemos el impacto total que el ataque mortal de los militantes en Palma, en el norte de Mozambique, ha tenido en los niños, pero tememos que será terrible”, dice una nota recibida por la Agencia Fides. Palma ya albergaba a más de 35.000 personas desplazadas forzosamente de otras partes de la provincia como consecuencia de ataques anteriores”, subraya Unicef. “La mitad de ellos son niños. En los últimos meses, el distrito ha estado aislado debido a la inseguridad, con un mínimo de suministros y asistencia por aire y mar. Hasta que empezaron a llegar pequeñas cantidades de alimentos y otros suministros, gran parte del distrito, más allá de la capital de la provincia, era prácticamente inaccesible para los trabajadores humanitarios que se esforzaban por prestar asistencia. A día de hoy, las tres instalaciones sanitarias restantes ya no están operativas y el hospital principal ha sido destruido”.
Pero no todos los crímenes de guerra y de lesa humanidad pueden atribuirse a los Shabaab. La población de Cabo Delgado está atrapada entre las fuerzas de seguridad de Mozambique, las milicias privadas que luchan junto al gobierno y el grupo armado de oposición conocido localmente como “Al-Shabaab”, ninguno de los cuales respeta su derecho a la vida ni las normas de la guerra”, afirma Deprose Muchena, director regional de Amnistía Internacional para África Oriental y Meridional.
“Los tres han cometido crímenes de guerra, que han provocado la muerte de cientos de civiles. La comunidad internacional no ha abordado esta crisis, que se ha convertido en un conflicto armado a gran escala en los últimos tres años”.
(L.M.) (Agencia Fides 30/3/2021)




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