ASIA/MYANMAR - Testimonio del Padre Igino Matarucco, misionero del Pime, uno de los grandes pioneros de la evangelización en Myanmar

martes, 20 diciembre 2005

Yangon (Agencia Fides) - Ha muerto otro gran pionero de la evangelización en Myanmar, dejando una valiosa herencia de auténtico testimonio cristiano: el P. Igino Matarucco, del Pontificio Instituto de Misiones Extranjeras (PIME) murió el 12 de diciembre a la edad de 82 años. El Padre Matarucco eligió conscientemente el morir en la tierra de misión donde había vivido durante más de dos tercios de su existencia. "Él amó Birmania con corazón misionero durante los más de 50 años de ministerio en la archidiócesis de Taunggyi, dónde Obispos, sacerdotes y fieles, recibieron su bendición y su palabra fascinadora", recuerda la Iglesia local.
Hace apenas unos meses había vuelto a Italia, en su último viaje a Treviso, su tierra natal, para despedirse de sus amigos y familiares, y luego volver a su patria de adopción. Afectado por una grave enfermedad, el p. Matarucco fue hospitalizado en el instituto para minusválidos de Taunggyi, de las Hermanas de la Caridad, que lo atendieron con premura hasta el último momento de su vida.
Poco antes de su muerte, Mons. Salvador Pennacchio, Delegado Apostólico en Myanmar se encontró con el misionero: "En nombre del Santo Padre, Benedicto XVI, le agradezco sinceramente por todo cuanto ha hecho por esta Iglesia", le dijo al p. Igino, entregándole un rosario y la foto-recuerdo del Sumo Pontífice. Después de estas palabras, el Padre Igino pidió a los cuatro Obispos presentes a su cabecera que le impartieran la bendición. La bendición fue el coronamiento de su vida de sacerdote, misionero italiano que con todo el corazón y con todas sus fuerzas amó hasta el extremo a su esposa, la iglesia en Myanmar, pidiendo que sus restos - como los de tantos otros misioneros italianos - fueran enterrados en el oriente. (PA) (Agencia Fides 20/12/2005 Líneas: 23 Palabras: 309)


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