ASIA/MYANMAR - Los militares toman el poder: estado de emergencia, en un clima de espera. Los cristianos piden “justicia y paz”

lunes, 1 febrero 2021 política   fuerzas armadas   derechos humanos   sociedad civil  

Yangon (Agencia Fides) – “No hay protestas ni reuniones en las calles de Yangon. Las líneas telefónicas están aisladas en todo el país y solo funcionan en Yangon y en la capital, Naypydaw. Sin embargo, vemos una fuerte reacción de la gente en las redes sociales. Los militares han dicho que mantendrán el poder durante un año, según el estado de emergencia previsto en la Constitución, para controlar todas las irregularidades en la votación, que la Comisión Electoral ha negado. Por ahora, la gente parece bastante desorientada, pero no hay tensión en las calles. Se vive un clima de expectativa”: así es como Joseph Kung Za Hmung, un laico católico birmano, director del periódico birmano “Gloria News Journal”, con sede en Yangon, describe a la Agencia Fides la situación en la ciudad tras la intervención militar que los analistas califican de “golpe de estado”.
Desde las 4 de esta mañana, 1 de febrero, vehículos blindados del ejército patrullan los centros neurálgicos de Yangon y especialmente la capital Naypydaw, donde mañana 2 de febrero tenía que haberse celebrado la inauguración del nuevo Parlamento: Los líderes de la Liga Nacional para la Democracia, incluidos Aung San Suu Kyi y el presidente U Win Myint, han sido arrestados y se ha declarado un “estado de emergencia”. La autoridad sobre el poder legislativo, administrativo y judicial del país se ha transferido al Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas, el general Min Aung Hlaing, hasta que - explica un comunicado de las Fuerzas Armadas - no se toman medidas contra las irregularidades de las elecciones. Según el “Tatmadaw” (como se llama a las Fuerzas Armadas de Birmania), el voto de noviembre pasado habría sido distorsionado y falseado en beneficio de la Liga Nacional para la Democracia. En un mensaje atribuido al líder Suu Kyi, publicado en la página Facebook de la Liga, el ahora exconsejero de Estado habría invitado a la gente a reaccionar pero es muy difícil que exista la posibilidad de hacerlo, ni es fácil poder atribuir tal afirmación al Nobel que se encuentra detenido en un lugar hasta ahora desconocido.
Joseph Kung Za Hmung añade a la Agencia Fides: “En los últimos días había habido señales de los líderes militares al respecto. Por ahora, la ciudadanía está esperando, ya que se teme que una protesta masiva también pueda conducir a un golpe de los generales en el poder durante décadas, con la consecuencia del fin de la experiencia democrática para la nación. Los cristianos, como el resto de ciudadanos, están esperando ver como evoluciona. El cardenal Charles Maung Bo, nuestro líder, se encuentra en el estado de Kachin para una visita pastoral y no podemos comunicarnos con él. Esperamos y rezamos para que la justicia y la paz siempre triunfen. Todos estamos invitados a velar y orar. Como comunidad cristiana, en esta fase incierta, debemos cultivar la esperanza ferviente y la oración por una solución pacífica, por el bien de todos”
Que los militares podrían intervenir ya había quedado claro el pasado viernes 29 de enero, cuando tanques y vehículos blindados comenzaron a presidiar el aeropuerto y el costado norte de la ex capital y mientras se cerraban las vías de acceso a Naypyidaw, sede del Parlamento. Mientras tanto, con la excusa de la cuarentena, también los diputados electos habían sido bloqueados en las habitaciones de los hoteles de la capital donde esperan una toma de posesión que no se llevará a cabo. En realidad, los hechos ya se habían precipitado la noche del jueves 28 de enero, cuando un intento de mediación entre militares y civiles naufragó en un punto muerto: emisarios del Tatmadaw y el partido mayoritario se reunieron para resolver la disputa sobre la votación de noviembre, de la que los militares piden la cancelación. Los militares solicitaban la disolución de la actual Comisión Electoral y la predisposición de un recuento de votos a realizar bajo la égida del ejército. La Liga se negó, aceptando solo posponer la inauguración del Parlamento un día, del lunes al martes 2 de febrero. Pero la tensa calma del fin de semana, que había dado buenas esperanzas, en realidad solo había servido para preparar la logística de la intervención armada.
(PA-MG) (Agencia Fides 1/2/2021)


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