EUROPA/ITALIA - Papa Francesco La misión es ser testigos y no hacer proselitismo. Shalom, fraternidad, perdón: el padre Gigi Maccalli en audiencia con el Papa Francisco

martes, 10 noviembre 2020

Roma (Agencia Fides) – “Ha sido un momento de gran emoción. Nunca pensé que algún día me encontraría cara a cara con él, pudiendo estrechar su mano”, dice el padre Gigi Maccalli a la Agencia Fides inmediatamente después de reunirse con el Papa Francisco en el Palacio Apostólico.
El sacerdote de la Sociedad para las Misiones Africanas, liberado tras dos años de prisión en manos de los yiadistas en Níger y Malí. (véase Fides 9/10/2020), esplica con profunda emoción este encuentro especial con el Papa. “Enseguida me ha hecho sentir cómodo, yo pensé que sería yo quién escuchase sus palabras y en cambio ha sido él quien ha estado muy atento y participativo escuchando mi historia, todo lo que me ha sorprendido y ocurrido en este largo viaje de dos años. Le he expresado las dificultades que encontré y sobre todo el estado de ánimo al pensar en los que había dejado atrás, la familia, la comunidad de la que fui arrancado abruptamente y le he pedido también que los tenga presentes en su oración, especialmente a la comunidad de Bomoanga y a toda la Iglesia de Níger que después de mi secuestro también han vivido momentos difíciles, con más ataques que han causado muertes”. “El Papa - subraya el p. Maccalli - me ha escuchado con atención como un verdadero Padre que escucha a un hijo que viene de muy lejos. Su palabra ha sido de aliento. Él mismo ha subrayado cómo el período que vivimos, especialmente en África, se caracteriza por la propagación del odio y la violencia y lo importante que es hoy dar testimonio de la fraternidad. Al respecto, yo mismo le he dicho que incluso en esta situación no guardo rencor, estoy sereno. De los muchachos que me vigilaban y supervisaban, mientras manejaban un Kalashnikov, sigo diciendo: son sólo muchachos que no saben lo que están haciendo.
Estoy convencido de que nuestra misión como misioneros en África y en las periferias del mundo es testimoniar el shalom, la fraternidad y el perdón y esto es lo que comencé a ofrecer a las personas que me custodiaban y me decía a mí mismo: el camino de la no violencia debe saber llevarnos a otra parte porque no es la violencia lo que hace este mundo nuevo”.
El Papa Francisco ha recordado el Documento sobre Fraternidad Humana por la Paz Mundial y la Convivencia Común firmado con motivo del Viaje Apostólico a los Emiratos Árabes Unidos en febrero de 2019, “como un compromiso entre el islam y la religión católica, para buscar caminos alternativos a esta violencia que lamentablemente parece querer gritar más fuerte”.
“El p. Antonio Porcellato (Superior General SMA), quien me ha acompañado a visitar al Papa, también ha querido agradecerle la encíclica Hermanos todos, porque como misioneros nos sentimos muy apoyados por sus declaraciones y comprometidos a hacerla concreta precisamente en la vida cotidiana. He querido añadir que es este diálogo diario el que puede hacernos hermanos, dejando de lado las ideologías, que tantas veces distorsiona todo, e ir a lo concreto, vivir esta relación cotidiana atentos a las necesidades de las personas y comunidades. Es ahí donde podemos encontrar una base de comprensión y crecimiento”.
“El propio Níger, de donde vengo, siempre ha tenido buenas relaciones con estas realidades, que son mayoritarias. El islam en Níger de hecho supera el 98%. Esta ola de islamismo, así como el término fanático, lleva a malinterpretar y mal vivir una realidad con la que estamos llamados a convivir, a caminar juntos. Siempre se ha hecho en algunos países - el mismo Papa lo ha subrayado -, en determinadas comunidades esto se vive y nos ha puesto el ejemplo de cómo durante el Año del Jubileo de la Misericordia, en la Puerta Santa que se había abierto en una iglesia había cristianos que iban a confesarse y otras personas que iban directamente a la estatua de Nuestra Señora, la madre de Jesús, y a los que preguntaban pero sois musulmanes ellos contestaban 'el jubileo también es para nosotros, María es la madre de Jesús, venimos y apoyamos' . ¿Pueden estas relaciones, se pregunta el padre Gigi, ser la excepción? No lo sé, pueden ser la norma, eso esperamos, pero si sembramos paz, solidaridad, diálogo pueden crecer. A mi manera, el día de mi liberación, le dije a mi mediador: que Dios nos dé la oportunidad algún día de hacernos entender que todos somos hermanos y él respondió 'no, para mí es hermano quién es musulmán'. Sabemos que es necesario sembrar con amplitud y la semilla tal vez crezca de una manera que no se nos da a entender y comprender. Sembrar hermandad, perdón, paz, creo que esta es nuestra misión. El Papa nos ha animado en esto, recordando que la misión es ser testigos y no hacer proselitismo, palabra que quizás suene mal, que quizás hice alguna vez, también nosotros tenemos que pedir perdón. Hoy la misión va a otras orillas y él nos anima a dar testimonio de nuestra Fe de esta manera”.
Al concluir este testimonio, el p. Maccalli dice: “La oración coral, toda la comunidad de la iglesia, me ha sostenido y, en respuesta, el Papa me ha dicho 'tú también has sostenido a la iglesia'. Es la Cruz que rompe las cadenas del odio y la violencia. Como lo hizo Jesús, acogió con satisfacción esta aniquilación, esta derrota humana. Sabemos que este es el corazón de nuestra Fe, que este nuevo mundo nace solo a través de la Cruz. Me ha sido dado experimentarlo con este secuestro, he tenido el privilegio de sufrir con Jesús en la cruz y de ofrecer este sufrimiento por este nuevo mundo”.
“Para mí ha sido un regreso a casa - concluye el misionero - para otros rehenes aún no. He pedido al Papa que rece por ellos. Cuando has vivido la misma experiencia desde dentro, comprendes lo doloroso que es ver día tras día, esperar un nuevo amanecer. Yo me decía esperemos que sea mañana y este mañana ya ha llegado para mí. Espero que llegue para estos otros que están en cautiverio”.
(GM/AP) (Agencia Fides 10/11/2020)


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