AMÉRICA/BRASIL - Cinco años después del desastre de la presa Mariana, la población sigue esperando justicia

viernes, 6 noviembre 2020 ambiente   desastres naturales   iglesias locales  

Mariana (Agencia Fides) - En la tarde del 5 de noviembre de 2015, la presa de la mina de hierro Fundão en Mariana cedió, provocando 19 muertos y 50 heridos, además de la destrucción de innumerables viviendas. El mar de barro tóxico devastó el río Doce y llegó al océano en Espàrito Santo. Han pasado cinco años y los responsables de la tragedia no han sido juzgados. En 2019, el delito de homicidio fue retirado del juicio. Las muertes provocadas por la rotura de la presa fueron consideradas por la Justicia como consecuencia de la inundación provocada por la rotura. Durante este período, las comunidades destruidas no se han reconstruido y aún no hay respuestas sobre la recuperación del medio ambiente.
En el quinto aniversario de esta tragedia, Mons. Vicente de Paula Ferreira, Obispo Auxiliar de Belo Horizonte y Secretario Ejecutivo de la Comisión Especial de Minería y Ecología Integral (CEEM) de la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil (CNBB), ha reiterado: “En esta fecha, queremos expresar nuestra solidaridad con todos los afectados y nuestro compromiso con la Casa Común”.
Según la nota de la CNBB enviada a la Agencia Fides, la Comisión aprueba los puntos importantes expresados ​​en la “Carta denuncia de las personas de Mariana afectadas por la presa de Fundão”, con la que Caritas realiza un trabajo de colaboración: “Pedimos: a) la restitución del derecho a una vivienda digna, incluida la preservación de las formas de vida, de las comunidades destruidas, como las comunidades tradicionales; b) la compensación económica, sabiendo que algunos derechos lesionados son irreparables; c) también reafirmamos la rehabilitación médica, psicológica, económica y social de personas y comunidades; d) el apoyo a una justa indemnización por pérdidas y daños materiales e inmateriales”.
La Comisión Minera de la CNBB, según Mons. Vicente de Paula Ferreira, espera que no se repitan desastres criminales de la misma naturaleza, y además de las medidas de conservación, la restauración del honor, la cultura y la memoria de la gente, también habrá “una petición pública de perdón, que aún no se ha hecho, para que haya justicia”. “Queremos renovar nuestro compromiso con una verdadera conversión ecológica -concluye-, apoyamos a todos los que son víctimas de estos crímenes tan atroces, como dijo el Papa Francisco en la encíclica 'Hermanos todos', para que podamos pasar de una cultura que mata a una cultura de fraternidad y amistad social”.
(SL) (Agencia Fides 6/11/2020)


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