ASIA/PAKISTAN - Después de los ataques de Sangla Hill, se hace aun más fuerte entre los cristianos de Pakistán la petición de abrogar la ley que golpea a quién ofende la fe islámica, instrumentalizada con interpretaciones forzadas por los integristas

lunes, 12 diciembre 2005

Lahore (Agencia Fides) - Es de la llamada "ley sobre la blasfemia” la responsabilidad indirecta de los ataques en Sangla Hill, la localidad en los alrededores de Lahore dónde el 12 de noviembre pasado una muchedumbre de más de 1.000 musulmanes fanáticos atacaron y tres iglesias, una católica y dos protestantes. En efecto, la muchedumbre de integristas estaba fomentada por la voz, completamente falsa, de que un joven cristiano había profanado una copia del Corán. El artículo 295/c del Código de Procedimiento Penal Pakistaní, conocido como "ley sobre la blasfemia”, condena a "cuántos con palabras o escritos, gestos o representaciones visibles, con insinuaciones directas o indirectas, insultan el sagrado nombre del Profeta". La pena prevista llega hasta la cadena perpetua. Pero es una ley que a menudo se ve instrumentalizada para ataques personales y disputas de otra naturaleza bien diversa.
La comunidad cristiana se ha movilizado al más alto nivel y el arzobispo de Lahore, Mons. Lawrence Saldanha, ha pedido a las autoridades políticas mayores garantías, subrayando la urgencia de castigar a los responsables de la agresión, e indicando la responsabilidad de quienes han instigado al odio y la violencia.
Por ello, después de la Jornada de oración y protesta convocada el 17 de noviembre, el domingo 11 de diciembre la Comisión Justicia y Paz de la archidiócesis de Lahore ha organizado un encuentro con numerosas organizaciones cristianas y asociaciones que defienden los derechos humanos para continuar la campaña de protesta y pedir la abolición de la ley sobre blasfemia.
Los cristianos señalan el trato discriminatorio reservado a las minorías religiosas, indicando que el gobierno estaría haciendo demasiadas concesiones a grupos extremistas islámicos. La Comisión Justicia y Paz pide la abolición de la ley, rechazando toda posible corrección: la única solución, ha dicho Mons. Lawrence Saldanha, es la abrogación.
Según la Comisión, la ley sobre blasfemia mina el bienestar, la estabilidad social y la armonía interreligiosa en Pakistán. Desde 1988 hasta hoy, informa una relación de la Comisión, son más de 650 las personas que han ido a la cárcel a causa de la "ley de blasfemia”. Además de estos, hay al menos 20 casos de personas asesinados en el mismo período, debido a la misma acusación. Entre las personas asesinadas por los integristas, también está un abogado, ex juez del Tribunal Supremo, Arif Huassain Bhatti, que eligió defender a los acusados de blasfemia.
La ley es con frecuencia utilizada para golpear a los adversarios políticos o enemigos personales, por los musulmanes integristas o para venganzas privadas: en numerosos casos también los cristianos han sufrido las consecuencias. Los cristianos en la cárcel con la acusación de blasfemia son más de 80: un número elevado si consideramos que los cristianos son una exigua minoría de la población. (Agencia Fides 12/12/2005 Líneas: 37 Palabras: 496)


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