VATICANO - El Papa Benedicto XVI invita en el ángelus a prepararse a la Santa Navidad: "En la actual sociedad de consumo, este período sufre por desgracia, una especie de ‘contaminación’ comercial, que amenaza con alterar su auténtico espíritu, caracterizado por el recogimiento, la sobriedad y una alegría que no es exterior sino íntima"

lunes, 12 diciembre 2005

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - La invitación a prepararse a la Santa Navidad, ya cercana, ha sido dirigido por el Santo Padre Benedicto XVI antes de la oración del ángelus, el domingo 11 de diciembre. "En la actual sociedad de consumo, este período sufre por desgracia una especie de ‘contaminación’ comercial- ha dicho el Papa Benedicto XVI - que corre el riesgo de alterar su auténtico espíritu, caracterizado por el recogimiento, la sobriedad, una alegría que no es exterior, sino íntima". Después el Santo Padre ha exhortado a dejarse conducir en este tiempo de espera, por Maria, la Madre de Jesús, "para predisponernos con sinceridad de corazón y apertura de espíritu a reconocer en el Niño de Belén al Hijo de Dios, venido a la tierra por nuestra redención".
En este período de preparación inmediata a la Navidad, en las familias se comienza a preparar el Belén, casi para revivir junto a Maria esos días plenos de trepidación que precedieron al nacimiento de Jesús". El Santo Padre ha subrayado que "construir el Belén en casa puede ser una forma sencilla pero eficaz de presentar la fe y transmitirla a los propios hijos”. En efecto, el Belén "nos ayuda a contemplar el misterio del amor de Dios que se ha revelado en la pobreza y en la sencillez de la gruta de Belén. … puede ayudarnos a comprender el secreto de la verdadera Navidad, porque habla de la humildad y de la bondad misericordiosa de Cristo". Refiriéndose en particular a la pobreza asumida por Cristo, el Papa ha continuado: " Su pobreza enriquece a quien la abraza y la Navidad trae alegría y paz a quienes, como los pastores, acogen en Belén las palabras del ángel: «esto os servirá de señal: encontraréis un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre» (Lucas 2, 12). Sigue siendo el signo también para nosotros, hombres y mujeres del siglo XXI. No hay otra Navidad".
Después continuando la costumbre inaugurada por el Papa Juan Pablo II, el Santo Padre Benedicto XVI bendijo los Niños Jesús que los niños de Roma llevaban consigo para colocarlos en los Belenes de sus casas: "Con este gesto, quiero invocar la ayuda del Señor para que todas las familias cristianas se preparen para celebrar con fe las próximas fiestas navideñas. Que María nos ayude a entrar en el auténtico espíritu de la Navidad". (S.L) (Agencia Fides 12/12/2005; Líneas: 30 Palabras: 448)


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