ASIA/INDONESIA - Las universidades católicas cierran por la segunda ola del Covid-19

miércoles, 23 septiembre 2020 coronavirus   pandemia   educación   universidad   iglesia católica  

Yakarta (Agencia Fides) - La segunda ola de la pandemia en Asia también ha golpeado con fuerza en el sudeste asiático, obligando a todos los países a correr en busca de refugio, reduciendo, entre otras actividades públicas, las del sector educativo. Las universidades indonesias se han visto obligadas en gran medida a cerrar nuevamente sus puertas a sus estudiantes. La obligación también afecta a las universidades católicas: "Aquí en Indonesia, con respecto a la pandemia, la situación lamentablemente todavía no es buena", explica el padre Baskara Wardaya de la Universidad Sanata Dharma de Yogyakarta, en Java Central, una de las más conocidas Universidades católicas del archipiélago. El padre Baskara, profesor de historia, habla de las dificultades que impone no poder tener alumnos "presentes": "La docencia es más fatigosa, pero estamos avanzando dando lo mejor de nosotros. Toda la enseñanza en nuestro campus ahora se realiza online. Nos estamos adaptando a esta nueva situación”.
La misma suerte han corrido otros institutos pertenecientes a la Iglesia Católica como es el caso de la Universidad San Pablo de Flores, dentro de la diócesis de Ruteng. Se trata de la primera universidad católica en el área, abierta en la isla el año pasado. De hecho, en Flores hay una importante presencia católica que requería la presencia de una universidad. Cuando un estudiante dio positivo por Covid-19, la instalación tuvo que adaptarse a la legislación nacional y cambiar a la enseñanza en línea.
La situación de Covid 19 en Indonesia sigue siendo grave, con más de 250 mil casos y casi 10 mil víctimas. En la capital, Yakarta, se ha tenido que recurrir a un nuevo bloqueo. El presidente Joko Widodo, que acaba de pronunciar su discurso, de manera "virtual", frente a una Asamblea de Naciones Unidas igualmente virtual. Widodo ha dicho que la pandemia debería ser "una oportunidad para la colaboración global" mientras que "lo que vemos es un estado de profunda división y creciente rivalidad" que socava "los pilares de la estabilidad y la paz sostenible". El presidente ha reiterado el hecho de que Indonesia se propone como un país "puente" (lo que siempre ha hecho también desde un punto de vista interreligioso) para apoyar un equilibrio que no se base en la fuerza. Se ha referido así a las fuertes tensiones internacionales entre las grandes potencias, señalando que "no tiene sentido aspirar a convertirse en la mayor potencia económica en un mundo que se hunde".
(MG-PA) (Agencia Fides 23/9/2020)



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