ASIA/FILIPINAS - La catedral de Manila reabre, pero los cementerios se cierran para el día de los fieles difuntos

martes, 15 septiembre 2020 coronavirus   eucaristía   fe   iglesias locales  

Manila (Agencia Fides) - La Catedral de la Inmaculada Concepción de Manila, en el corazón del distrito de Intramuros, reabre al público y al culto el miércoles 16 de septiembre tras seis meses de cierre por la pandemia del coronavirus. Según informa la oficina de comunicaciones de la Archidiócesis, la reapertura del templo es parte de una relajación de las restricciones para las reuniones religiosas en Metro Manila anunciada por las autoridades gubernamentales. Actualmente, las iglesias que se encuentran en zonas bajo la llamada cuarentena comunitaria solo pueden admitir hasta el 10% de su capacidad habitual. En la catedral, que normalmente tiene capacidad para 800 fieles, se admitirán a 80 personas para las celebraciones, según indica el padre Kali Pietre Llamado, vicerrector de la catedral. Durante la misa dominical, los fieles también podrán situarse en la plaza frente a la iglesia, donde se distribuirá la Eucaristía. Las misas se seguirán transmitiendo en directo a través de la página de Facebook de la catedral y el canal de YouTube.

Por otro lado, el gobierno filipino ha emitido una directiva que prohíbe las visitas a los cementerios durante la fiesta cristiana de Todos los Santos y el día de los Fieles Difuntos, el 1 y 2 de noviembre. La medida, adoptada para prevenir la propagación del COVID-19, fue anunciada por la subsecretaria del Ministerio de Salud, María Rosario Vergeire, quien la justificó “por el bien común y por razones de salud”.
“Sabemos que, durante el día de Todos los Santos, los cementerios se llenan de gente. Es nuestro trabajo evitar reuniones y concentraciones masivas”, dijo Vergeire. Los alcaldes de las ciudades que componen la región metropolitana de Manila han anunciado esta medida con anticipación para que los residentes tengan la oportunidad de visitar las tumbas de sus seres queridos en otro momento y no todos juntos el mismo día.

Manila fue una de las primeras en ordenar el cierre de cementerios del 31 de octubre al 1 de noviembre. Los miembros del Consejo de Metro Manila, integrado por 17 alcaldes de la región metropolitana de la ciudad, acordaron por unanimidad cerrar todos los cementerios públicos y privados para evitar aglomeraciones y prevenir el riesgo de transmisión del virus. Todos los cementerios estarán cerrados durante una semana, pero se permitirán las cremaciones, entierros u otros servicios funerarios. Cada año, más de 2.000 personas trabajan en toda la metrópoli por la seguridad de miles de personas que acuden a rendir homenaje a sus seres queridos en los primeros días de noviembre.

En declaraciones a la Agencia Fides, Margaret Mararac, una mujer católica de Manila, coincide en la necesaria prudencia: “El gobierno solo quiere evitar las concentraciones. Siempre podemos rezar en casa y visitar el cementerio en otras fechas”.

Cabe señalar que, dada la enorme pobreza en ciertos barrios de la ciudad metropolitana y dada la escasez crónica de viviendas y zonas habitables, en ocasiones los cementerios también se convierten en lugares donde se asientan familias enteras. El Cemeterio del Norte, - un antiguo cementerio inaugurado en 1904 en Metro Manila-, está habitado permanentemente por toda una comunidad de personas sin hogar, personas buscadas por la policía, mujeres prostituidas y trabajadores precarios que se encuentran entre los más pobres de la nación.

La ciudad de Cebu, en el centro de Filipinas, también ordenó el cierre de cementerios.
(SD-PA) (Agencia Fides 15/9/2020)
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