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Sydney (Agencia Fides) - "Es un camino que Australia debería emprender sin demora: decir NO a la pena de muerte y Sí a la vida", afirma el P. Terry Bell, Director de las Obras Misionales Pontificas en Australia.
Después de las recientes manifestaciones públicas en más de 300 ciudades de Europa y Estados Unidos, también los ciudadanos australianos son llamados a dar su contribución, subraya el Director. En Asia, países como Corea, Japón y Taiwán ya han registrado progresos en este frente, con cambios significativos en la opinión pública y en la legislación.
"Sería maravilloso que también el pueblo australiano pudiera adherirse o convocar manifestaciones de este género, para decir No a la pena de muerte y exaltar el valor supremo de la vida humana", indica el P. Bell. Australia abolió la pena de muerte en 1984 y votó a favor de la resolución para la abolición de la pena de muerte aprobada por la Comisión ONU para los Derechos Humanos.
El sacerdote también recuerda el caso que agitó la opinión pública en el Continente: el australiano de origen vietnamita Van Nguyen, ejecutado en Singapur el 2 de diciembre, un caso que ha suscitado grande clamor y protestas.
La encíclica de Juan Pablo II "El Evangelio de la vida", recuerda el P. Bell, afirma una vez más que la pena de muerte no es necesaria y está injustificada en nuestra época.
"Con frecuencia en el debate a favor o en contra de la pena de muerte, se cita la Biblia para justificar una determinada posición", afirma el p. Bell. "Pero si Jesús hubiera vivido hoy, no ciertamente no hubiese apoyado la pena de muerte. El mandamiento ‘no matarás' no se presta a muchas interpretaciones. Más que a la venganza, el cristiano está llamado a la misericordia y al perdón". Las Obras Misionales Pontificias australianas quieren trabajar para apoyar la campaña internacional por la abolición de la pena capital. (Agencia Fides 6/12/2005 Líneas: 26 Palabras: 333)
