ASIA/INDIA - La Iglesia participa en el servicio humanitario y el control de Covid-19 en el barrio marginal más grande de Asia

viernes, 24 julio 2020 coronavirus   derechos humanos   pobreza   favelas   ayuda humanitaria   solidaridad   caridad  

Mumbai (Agencia Fides) - La parroquia de San Antonio en el área de Dharavi, en la archidiócesis de Bombay, ofrece su contribución para detener la propagación del virus Covid-19 en Dharavi, uno de los barrios marginales más grandes del mundo, en el área de Mumbai (India occidental) y para el sustento de la población local, que se encuentra en condiciones de extrema pobreza. Christopher D. Jeyakumar, párroco de San Antonio, explica a la Agencia Fides que se trata de “un buen resultado en la lucha contra el coronavirus y en el trabajo de solidaridad social”.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha apreciado las diversas iniciativas implementadas para contener la propagación de Covid-19 en Dharavi, un área que genera gran preocupación, porque cubre un área de 2.5 kilómetros cuadrados y alberga una población de 650.000 personas. La gente vive en chozas y edificios en ruinas con callejones estrechos y alcantarillas abiertas. La OMS ha afirmado que el coronavirus está actualmente bajo control en Dharavi gracias a la participación comunitaria y al compromiso conjunto de las entidades públicas y privadas, incluida la comunidad católica.
Como explica el padre Jeyakumar, “la gente de los barrios bajos se ha encontrado en tiempos muy difíciles durante la pandemia y la Iglesia se ha movilizado para ayudar, pero la población siempre ha vivido con gran dignidad en condiciones de pobreza”. En Mumbai, el primer caso ocurrió el 11 de marzo y el primer caso de Covid-19 en Dharavi se informó el 1 de abril. “En la fase inicial - observa el párroco -, se temía que Dharavi fuese un semillero de coronavirus. La infección comenzó en dos áreas ubicadas en los extremos opuestos del gran barrio pobre. Por lo general, las personas de Mumbai, que tienen la intención de mudarse al extranjero por trabajo, permanecen temporalmente en estas dos áreas. Permanecen aquí hasta que encuentren trabajo, generalmente en algunos países del Golfo”, continúa explicando.
Habiendo confirmado el primer caso de Covid-19, el gobierno prohibió el movimiento de personas y cualquier reunión. Pero el distanciamiento físico es casi imposible en Dharavi ya que las personas viven en áreas de alta densidad. Por ejemplo, una familia de cinco personas vive en una pequeña cabaña de una habitación.
Sin embargo, según los observadores, en Dharavi, donde se carece de servicios civiles básicos como saneamiento, agua y recogida de residuos, los residentes han desarrollado cierta inmunidad contra todo tipo de infecciones presentes en la sociedad. El hecho es que el coronavirus no se ha propagado como un incendio en Dharavi, como se temía, y los casos de infección han seguido siendo limitados, aunque existen grandes dificultades para seguir las medidas de precaución y distancia social.
La Iglesia local de Mumbai ha apoyado al padre Jeyakumar y a su parroquia de unos 5000 católicos, de muchas formas: las religiosas Canosianas y varias otras comunidades han dado comida a la población de Dharavi. “Hemos comenzado a distribuir ayuda, la ayuda del Centro de Acción Social, que se ocupa del servicio social y caritativo de la arquidiócesis de Bombay, sin discriminación de fe, etnia, casta”, dice el padre Jeyakumar. “No podemos ayudar solo a los católicos: en los últimos tres meses, personas de todas las religiones se han acercado hacia la Iglesia y la gente de Dharavi está agradecida por la ayuda que reciben, saben que la Iglesia Católica está ayudando”, señala.
Hoy, la población de Dharavi, observa el párroco, sufre de falta de trabajo (la mayoría son jornaleros o se dedican a la llamada economía informal) pero, además, sufre un estigma que depende del lugar de origen y también del miedo al contagio: “Dondequiera que los residentes van a buscar trabajo, son rechazados porque provienen de Dharavi”, señala el padre Jeyakumar. En esta situación, la acogida y el apoyo recibido por la Iglesia de San Antonio son extremadamente preciosos y cruciales para la supervivencia.
(SD-PA) (Agencia Fides 24/7/2020)


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