ÁFRICA/ZIMBABWE - La crisis por el Covid-19 agravada por la huelga de enfermeros, exasperados por los bajos salarios y la corrupción

sábado, 18 julio 2020 coronavirus   corrupción   sanidad  

Harare (Agencia Fides) – “Observamos con preocupación que el estado actual del sector de la salud, caracterizado por la incapacidad del gobierno para resolver amigablemente la huelga prolongada del personal médico, no ha favorecido la necesidad de prepararse para el aumento de casos de COVID-19. A esto se suma la conciencia de que los recursos movilizados para la pandemia no se manejan de tal manera que infundan confianza entre la población”, dijeron los líderes religiosos cristianos, asociados en el Zimbabwe Heads of Christian Denominations (ZHOCD), en su reunión con los representantes de 17 partidos políticos. Con más de mil casos confirmados de Covid-19, 20 muertos y menos de 100 respiradores en un país de 16 millones de habitantes, la huelga de enfermeros golpea con fuerza a Zimbabwe en el momento de la emergencia por la pandemia mundial.
La principal reivindicación de la huelga es el tema económico: los bajos salarios (alrededor de $ 30 por semana) cuya inflación del poder adquisitivo de más del 700% se devalúa día a día. En segundo lugar, están las precarias condiciones de trabajo. El personal no tiene material para protegerse del coronavirus (máscaras, guantes, monos). El arresto por corrupción del Ministro de Salud, Obediah Moyo, ha aumentado la ira de los trabajadores de la salud y de los ciudadanos.
La policía reprimió enérgicamente la manifestación de los paramédicos el 6 de julio, organizada frente a Sally Mugabe Central, uno de los dos principales hospitales de la capital: la policía persiguió a las enfermeras uniformadas con porras. Trece enfermeras fueron arrestadas y 11 acusadas de violar las reglas de contención del gobierno para frenar la propagación del coronavirus.
Los líderes cristianos han destacado el colapso económico caracterizado por los crecientes casos de corrupción, la mayoría de los cuales no se resuelven satisfactoriamente. “La economía informal que se había convertido en el medio de vida de la mayoría de los ciudadanos ha sido destruida, no solo por los efectos de Covid-19 sino también por las políticas económicas en las que los ciudadanos no han sido consultados adecuadamente. El aumento de la pobreza ha marginado a los ciudadanos, especialmente a las mujeres y los niños, que no pueden participar de manera significativa en los procesos democráticos”.
(L.M.) (Agencia Fides 18/7/2020)


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