ASIA/INDONESIA - La disputa por los trabajos en Sulawesi reabren la herida de la discriminación contra las minorías chinas

sábado, 18 julio 2020 coronavirus   discriminación   sociedad civil   sociedad   minorías étnicas   minorías religiosas   desempleo   trabajo  

Yakarta (Agencia Fides) - Las protestas contra la contratación de mano de obra china por parte de algunas empresas que trabajan en el sureste de la isla no disminuyen en Sulawesi, Indonesia. Las protestas, que comenzaron en marzo, están asociadas a una atmósfera de escaso respeto por las minorías que cuentan con una historia antigua en el archipiélago pero que recientemente se ha visto agravada por la emergencia Covid-19. La comunidad china, que representa una parte importante de la diáspora en el extranjero en Asia, a menudo se ha visto en el centro de campañas de marginación y discriminación en el archipiélago.
La disputa se refiere a la contratación de 500 trabajadores calificados que serán traídos de China para la construcción de fundiciones, un proyecto impulsado por la empresa minera china PT Virtue Dragon Nickel Industry, en colaboración con PT Obsidian Stainless Steel. Sin embargo, de los 500 trabajadores solicitados, solo la mitad de ellos desembarcaron y las protestas pusieron en riesgo no solo su trabajo sino también el de la fuerza laboral indonesia empleada ya que, sin trabajadores calificados, los nuevos trabajos en la planta no seguirían adelante. En abril y junio se reanudaron las manifestaciones y también en los últimos días en el aeropuerto de Kedari, cerca de la zona afectada por el importante proyecto industrial.
Las manifestaciones habían logrado que el gobernador del sudeste de Sulawesi, Ali Mazi, bloqueara la llegada de trabajadores extranjeros en abril, admitidos después a mediados de junio y ahora en peligro nuevamente. En esta situación incierta, la compañía VDNI trató de responder proponiendo la contratación de 5 mil nuevos trabajadores indonesios, si los extranjeros pueden trabajar en el proyecto.
Según los datos del mes de mayo, casi cien mil extranjeros están empleados en Indonesia, menos del 0.1 por ciento de una fuerza laboral total de 124 millones. El grupo más grande de extranjeros, casi 36 mil personas, proviene de la República Popular de China, que también es el segundo mayor inversor extranjero en Indonesia. El año pasado, las empresas chinas invirtieron $ 4.7 mil millones en el archipiélago. Sin embargo, la pandemia de Covid-19 ha dificultado la vida de muchos y el miedo al desempleo y la intolerancia se han asentado aún más.
De hecho, la discriminación contra las minorías étnicas y religiosas esta presente en un país tan vasto y étnicamente diverso como Indonesia. En particular, una clave sensible es la desconfianza hacia las minorías de origen chino, que históricamente han sufrido hostilidad y violencia. Según cifras no oficiales, más de 6 millones de personas de origen chino están en Indonesia. El censo de 2000, sin embargo, solo reconoció al 1,2% de la población como china, es decir alrededor de 1,9 millones de personas. Entre ellos, los chinos nacidos en China mantienen viva la cultura y las tradiciones chinas en Indonesia a través de los ritos domésticos, celebrando las fiestas chinas y enseñando el idioma chino a sus hijos.
En un escenario de equilibrio frágil en las relaciones entre la población mayoritaria y las minorías étnico-religiosas, los líderes religiosos indonesios de diferentes religiones siempre son muy activos en la promoción de la tolerancia, el respeto, la armonía social y religiosa, la inclusión, la convivencia, recordando el lema nacional “unidad en la diversidad”.
(MG-PA) (Agencia Fides 18/7/2020)


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