ÁFRICA /BURKINA FASO - Los obispos advierten de que “la estabilidad política e institucional del país está en juego” ante las tensiones por el aplazamiento de las elecciones

lunes, 13 julio 2020 violencia   terrorismo   elecciones   obispos  

Uagadugú (Agencia Fides) - Las tensiones continúan en Burkina Faso, donde el 12 de julio, el presidente del Consejo Supremo de Comunicaciones (CSC), Mathias Tankoano, y su escolta salieron ilesos de un ataque con un explosivo en la región Oriental. Varias zonas del país están fuera del control del gobierno y están en manos de distintos grupos yihadistas. Esgrimiendo como argumento la inseguridad de estas áreas, el gobierno decidió posponer las elecciones parlamentarias por un año lo que ha provocado las protestas de la oposición y de ciertos sectores de la sociedad civil.

Las autoridades también están bajo sospecha después de la publicación de un informe de Human Rigths Watch que denuncia que al menos 180 personas fueron víctimas de ejecuciones extrajudiciales por parte de las fuerzas de seguridad en Djibo, en el norte del país. Según los testimonios recogidos por la ONG, “los cadáveres fueron abandonados entre noviembre de 2019 y junio de 2020 a lo largo de las cunetas de las principales carreteras, enterrados debajo de los puentes, o en los campos de cultivo”. Muchos de ellos fueron encontrados con los ojos vendados y con las manos atadas.

Según los habitantes de Djibo, la mayoría de las víctimas pertenecían a la tribu nómada de los fulani o peul. Se cree que esta comunidad apoya a los islamistas armados. La mayoría de los combatientes reclutados por yihadistas provienen de sus filas. Y las víctimas de estos grupos islamistas son generalmente las comunidades agrícolas, en particular los Mossi (la mayoría de las personas en Burkina Faso), los Foulse y los Gourmantch.

A mediados de junio, al final de su Asamblea Plenaria (ver Fides 17/6/2020), los obispos escribieron: “El contexto de inseguridad, más preocupante que nunca que ha provocado cientos de personas desplazadas, parece tal que los habitantes de las regiones del Sahel ya no están seguros de su futuro en su tierra natal. Para los pastores de esta parte de Burkina Faso, como en otras partes de las regiones del Este, Centro-Norte, Norte, Boucle du Mouhoun y Cascades, supone un gran dolor no poder unirse a los fieles en algunos lugares o verlos huir de ellos ya que no cuentan con las mínimas garantías de seguridad a causa de la violencia yihadista. Por lo tanto, los obispos llaman a las autoridades estatales a que gestionen esta situación de una forma enérgica y decidida. El futuro de la nación depende de ello en vísperas de los diferentes plazos electorales. La Iglesia de Dios en el Sahel y en otros lugares está sufriendo las consecuencias”.

Con respecto a las elecciones, los obispos recordaron que, dado que el derecho activo y pasivo al voto está garantizado por la Constitución, “surge la pregunta de cómo enfrentar este importante desafío asegurando efectivamente el proceso electoral y considerando, al mismo tiempo, la situación concreta de los desplazados internos”.

“Llevar a cabo las elecciones a tiempo es un gran desafío, porque es necesario evitar agregar una crisis institucional a la ya preocupante crisis de seguridad. Lo ideal sería organizar elecciones en todo el territorio nacional y garantizar la plena participación de toda la población, esté donde esté, para garantizar la plena legitimidad del Presidente electo y dar a todas las provincias la oportunidad de estar representadas en ña Asamblea Nacional”. afirman los obispos, quienes subrayan: “está en juego la estabilidad política e institucional de nuestro país, así como su integridad territorial. Es un desafío que se debe enfrentar a toda costa, es un desafío para toda la nación y debemos unir nuestras energías. ¡Esto es posible! ¡Así lo demuestra la solidaridad experimentada en todos los niveles por a causa de la pandemia del coronavirus”.
(L.M.) (Agencia Fides 13/7/2020)




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