VATICANO - Nigeria, Sierra Leona, Ecuador y Bolivia reciben ayuda del Fondo OMP para la emergencia Covid

jueves, 9 julio 2020 coronavirus   obras misionales pontificias   animación misionera   niños   pobreza   sanidad   sacerdotes   educación   institutos religiosos   catequistas  

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - En muchas diócesis de territorios de misión, las graves consecuencias de la pandemia de Covid-19, de naturaleza sanitaria, social y económica, se han sumado a situaciones ya dramáticas, como en el caso de las diócesis nigerianas, que han solicitado ayuda del Fondo de Emergencia establecido por el Papa Francisco en las Obras Misionales Pontificias (OMP) para apoyar a las Iglesias de los países en tierras de misión ante la emergencia Covid-19 (véase Fides 6/4/2020).
En la Arquidiócesis de Kaduna, el grave impacto de Covid-19 ha aumentado el sufrimiento de la población que ya está muy afectada por los ataques terroristas a las comunidades cristianas que han provocado muertos, heridos y numerosos desplazados internos, así como un clima general de miedo. Los niños pobres y vulnerables son los que más sufren, buscan refugio en las parroquias, pero los sacerdotes no tienen los medios materiales para sostenerlos, ya que sin las celebraciones eucarísticas ni siquiera pueden recolectar las ofrendas para su sustento diario. La ayuda enviada por el Fondo OMP servirá para sustentar a los trabajadores pastorales y al personal empleado en las parroquias, así como a comprar los kits de protección sanitarios necesarios para hacer frente a la pandemia. De hecho, en el último mes ha habido un aumento de contagios ya que muchos en la región rechazan el confinamiento y el cumplimiento de las normas de prevención, debido a la alta tasa de analfabetismo.
La diócesis de Maiduguri en los últimos años también ha sufrido graves daños por los ataques de grupos terroristas en Boko Haram que destruyeron alrededor de 300 iglesias y centros pastorales, centros de salud y escuelas, dejando muertos y heridos a su paso, además de causar numerosos desplazados. Hay una gran cantidad de viudas, huérfanos y desplazados internos, de los cuales se ocupa la diócesis, que ahora se encuentra a dificultades aún mayores causadas por la pandemia. Por lo tanto, se necesita ayuda para el personal diocesano, el personal médico, los sacerdotes que ayudan a las comunidades en las áreas más remotas y para la compra de material de protección sanitario.
La diócesis de Osogbo, una diócesis rural joven creada en 1995, normalmente obtiene los principales medios de sustento para sus actividades y para los trabajadores pastorales, de las colectas durante las misas dominicales y de otras ofrendas que provienen de la generosidad de los fieles. El aislamiento ha cerrado las iglesias y ha detenido las actividades pastorales, por lo que la diócesis ha tratado de reducir o eliminar los gastos, pero a pesar de esto necesita ayuda externa para garantizar un apoyo mínimo a los trabajadores pastorales y a las comunidades religiosas.
La diócesis de Ilorin también cubre un área rural, en su mayoría musulmana, donde los católicos son solo el 4%, casi todos campesinos, agricultores, pequeños comerciantes, con un bajo nivel de educación o incluso analfabetos. Por lo tanto, es extremadamente difícil, con las consecuencias del aislamiento, garantizar el apoyo a los trabajadores pastorales, que se dedican generosamente a ayudar y proclamar el Evangelio.
Los fieles de la Arquidiócesis de Freetown, en Sierra Leona, como los de todas las regiones en las que se ha decretado el cierre de las iglesias, en los últimos tiempos solo han podido participar en la misa a través de las retransmisiones de radio e Internet. De esta manera, los cristianos que no han podido reunirse tampoco han podido proporcionar apoyo a sus sacerdotes, religiosos y catequistas dedicados a la promoción humana y la proclamación del Evangelio. En particular, necesitan apoyo para las escuelas administradas por la Iglesia, que llevan a cabo un importante trabajo de formación y educación para las generaciones más jóvenes.
En América Latina también hay circunscripciones eclesiásticas confiadas al Dicasterio Misionero donde la Iglesia aún no está lo suficientemente desarrollada debido a las situaciones sociales y económicas locales. En particular, el Fondo de Emergencia de las OMP ha enviado ayuda al Vicariato Apostólico de Puyo, Ecuador, que se utilizará para sostener el servicio sanitario para la población amazónica, y al Vicariato Apostólico de Beni, Bolivia, una de las áreas más afectadas por el coronavirus. La población sufre no solo del peligro constante de enfermarse sino también por la falta de recursos económicos. La Iglesia distribuye alimentos y medicinas a las familias más necesitadas, compartiendo un momento de oración con ellos, siempre en el respeto de las normas de seguridad sanitaria.
(SL) (Agencia Fides 9/7/2020)


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