VATICANO - La ayuda del Fondo OMP para la emergencia de Covid llega a las diócesis de Togo

lunes, 6 julio 2020 coronavirus   obras misionales pontificias   pobreza   niños   sacerdotes   institutos misioneros  

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - El aislamiento decretado por las autoridades gubernamentales para contener la pandemia de Covid-19 no ha estado exento de consecuencias económicas y sociales, tampoco en Togo. Además del cierre de lugares de culto, escuelas, centros de formación y agregación, la desaceleración o la detención de las actividades de producción ha exacerbado las situaciones que ya eran frágiles o incluso de miseria. Los escasos recursos económicos de las diócesis y las parroquias se han agotado hace tiempo. Por esta razón, el Fondo de Emergencia establecido por el Papa Francisco en las Obras Misionales Pontificias (OMP) para apoyar a las Iglesias de los países en tierras de misión ante la emergencia de Covid-19 (véase Fides 6/4/2020) continuando su trabajo, enviando la ayuda solicitada, necesaria para continuar la asistencia y la evangelización.
En las siete diócesis de Togo, la ayuda se utilizará para las necesidades más urgentes. En la diócesis de Aneho se utilizarán para la compra y distribución de kits de alimentos y kits sanitarios para niños necesitados, así como para garantizar el apoyo a los niños del catecismo. La situación de los sacerdotes es cada vez más difícil debido al cierre de las iglesias y la falta de sustento: también ellos, cómo los seminaristas y las comunidades religiosas, recibirán alimentos y kits sanitarios.
En la diócesis de Atakpamé, principalmente rural, el cierre de escuelas y otros centros pone en riesgo sobre todo a los niños. Tras el cierre de los lugares de culto, los sacerdotes, religiosos, catequistas y todos los trabajadores pastorales, muy activos en la evangelización, se encuentran en una situación dramática, al igual que los seminaristas, novicios y postulantes, que han continuado su camino a pesar de las dificultades financieras. La ayuda se utilizará para cubrir estas necesidades, así como para fortalecer los medios de comunicación social, que son muy importantes en esta situación.
La diócesis de Dapaong incluye la región más pobre de Togo: los cristianos, a pesar de los limitados recursos económicos ya que son agricultores y ganaderos, siempre han sido generosos brindando apoyo económico a las parroquias, pero ahora la situación se ha vuelto demasiado difícil para todos. Es necesario ayudar a los maestros, todos los voluntarios, de las escuelas primarias católicas, cuyo salario generalmente paga la diócesis, además de comprar material para los estudiantes. Los sacerdotes y los agentes pastorales, los seminaristas y el Centro de Formación de Catequistas también necesitan ayuda.
La diócesis de Kara también ha expresado su necesidad de ayuda para los sacerdotes, parroquias, catequistas y el seminario menor, así como a las instituciones diocesanas, que también deben cubrir los costos de la transmisión de misa a través de Radio María y la distribución de subsidios pastorales a través de las diversas plataformas de Internet, que en este período de aislamiento son el único contacto con la mayoría de los fieles.
También se registran graves problemas en la diócesis de Kpalimé, donde el Covid 19 ha desestabilizado el equilibrio económico ya precario de la población y, en consecuencia, de la diócesis. Los sacerdotes viven exclusivamente de las ofrendas de los fieles, así como los catequistas durante varios meses al año, el cierre de las iglesias no ha permitido la organización de las colectas y la diócesis ya no tiene fondos para satisfacer las necesidades básicas de los trabajadores pastorales y de sus familias.
Debido al aislamiento para detener la pandemia, muchas familias de la arquidiócesis de Lomé, que viven de pequeños trabajos informales, se encuentran en una situación de necesidad, por lo que las parroquias han decidido ocuparse de varios jóvenes, proporcionándoles comida, medicinas, mascarillas y suministros médicos. Muchas parroquias, especialmente las de la zona rural, económicamente más débiles, necesitan apoyo, así como los párrocos y formadores de seminarios, que viven de las ofrendas de los fieles.
En la diócesis de Sokodé, entre las necesidades más urgentes de la infancia se encuentran la escasez de alimentos para los orfanatos administrados por la Iglesia, la financiación de programas de radio para compensar el cierre de escuelas y otros centros de agregación, y la distribución de kits sanitarios. También se necesita ayuda para que las parroquias continúen con su compromiso pastoral, al igual que para los institutos religiosos que han tenido que cerrar sus actividades, los seminarios y noviciados, y para la radio diocesana Sainte Therese, un instrumento indispensable de evangelización y de formación de los catequistas.
(SL) (Agencia Fides 6/7/2020)


Compartir: