EUROPA/ITALIA - Covid 19: Los representantes de confesiones religiosas e iglesias abrahámicas, invocan al cielo en señal de fraternidad

lunes, 15 junio 2020 coronavirus   oración  

Florencia (Agencia Fides) - Ayer por la tarde, desde el claustro de la Basílica de la Santa Cruz en Florencia, ha sido elevada al cielo una invocación coral por los afectados por el Covid 19, por los que aún sufren - en Italia y en el mundo -, debido a la pandemia y sus consecuencias sociales y económicas, además de por la solidaridad y la justicia social.
El rabino jefe de la Comunidad hebrea, Gad Fernando Piperno, el imán Izzedin Elzir, el pastor de la iglesia valdense, Letizia Tomassone, y el decano de las Comunidades ortodoxas de la Toscana, Ioan Trandafir, lo han pronunciado junto con el padre Paolo Bocci, rector de la basílica y don Alessandro Andreini, vicepresidente de la “Obra de la Santa Cruz”.
La oración se abrió con la lectura de los mensajes de apoyo de los cardenales Giuseppe Betori, arzobispo de Florencia, y Miguel Ángel Ayuso Guixot, presidente del Consejo pontificio para el diálogo interreligioso, y el del príncipe de Jordania El Hassan Bin Talal, presidente de Royal Institute for Inter-Faith Studies en Amman, que desde siempre trabaja por el diálogo entre las religiones.
“Orar así, reunidos en este lugar lleno de belleza e historia, es un gesto fuerte", escribió el cardenal Ayuso Guixot, quien también es presidente del Alto Comité para la Fraternidad Humana, que hace apenas un mes, el 14 de mayo, promovió una oración global a la que se ha vinculado el momento de oración de ayer. "No solo os reconocéis, sino que además tratáis de hacerlo en un momento que es, sí de alteridad, pero también de amistad y de respeto profundo - escribió Ayuso Guixot -. Reconocer al otro, hermano o hermana, cuando se dirige hacia el Altísimo, escucharlo, apreciarlo, es un signo de comunidad y de saber compartir”.
“Nuestra ciudad ha cultivado desde siempre el carisma de la fraternidad - escribió el cardenal Betori -. Hoy estáis aquí para renovar, en cierto sentido, ese espíritu de fraternidad, sin olvidar a las muchas personas que sufren graves consecuencias económicas y sociales con la pérdida del trabajo, la pobreza y el abandono”. El príncipe El Hassan Bin Talal por su parte enfatizó: “Los efectos dramáticos de la pandemia no deben simplemente olvidarse al volver a la normalidad, de modo que aquellos que los afectados, los más vulnerables, terminen por ser relegados a los archivos inhumanos de la historia. ¿No ha llegado el momento de que nuestro mundo adopte - con palabras del Vaticano II -, un «sacramento de unidad» para toda la familia humana? O - en palabras del Consejo y de al-Azhar -, ¿«un sacramento de unidad» para la «fraternidad humana»?” (SL) (Agencia Fides 15/6/2020)


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