VATICANO - Durante su visita pastoral a Vietnam el Card. Crescenzio Sepe ordena 57 sacerdotes en la Catedral de Hanoi. Encuentro con los Obispos de la provincia eclesiástica de Hanoi y con sacerdotes y religiosos de la diócesis de Hung Hoa

martes, 29 noviembre 2005

Hanoi (Agencia Fides) - En la Catedral de Hanoi el Card. Crescenzio Sepe, Prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, ha presidido esta mañana, 29 de noviembre, la solemne liturgia de ordenación sacerdotal de 57 diáconos vietnamitas. Después de haber recordado el sentido del tiempo de Adviento, "durante el que la liturgia nos invita a vivir la gran esperanza en la espera de la llegada del Mesías", el Card. Sepe se ha dirigido a los ordenandos: "Vosotros habéis recibido la llamada del Señor a ser sacerdotes y el privilegio de continuar con él su misión salvadora en esta tierra. La ordenación sacerdotal os otorga la autoridad y el deber de proclamar el Evangelio de Jesús y de predicar en nombre de la Iglesia."
El Card. Sepe ha subrayado después la importancia de la oración, siguiendo el ejemplo de Jesús: "Rezar es un elemento vital para el cristiano y también es un inmenso servicio que el sacerdote hace a su pueblo… El tiempo pasado en oración no es tiempo sustraído a los fieles… Si nosotros no permanecemos unidos a este manantial, nuestra vida sacerdotal está destinada a morir."
Otro compromiso para los futuros sacerdotes es la de la misión: sobre una población de 80 millones de habitantes Vietnam cuenta con apenas 6 millones de católicos. Hay pues advertir el deber de llevar la Buena Nueva de Jesús a quienes todavía no la han oído. "Predicar el Evangelio no es hacer proselitismo - ha subrayado el Cardenal -, en el sentido negativo que se atribuye a menudo a la evangelización, sino que es compartir la alegría y la verdad que nosotros cristianos llevamos a los hermanos no cristianos". El Prefecto del Dicasterio Misionero ha exhortado después a los futuros sacerdotes a ampliar su mirada, su corazón y su solicitud pastoral y misionera "a las dimensiones de la Iglesia universal, a los cuatro rincones de la tierra": "Recordad que la Iglesia de Vietnam nació gracias a la predicación de los misioneros extranjeros. Gracias a Dios hoy hay también sacerdotes vietnamitas que llevan el Evangelio a otros pueblos y culturas."
Después de haber agradecido a los padres y familiares de los nuevos sacerdotes, "por haberlos ofrecido al servicio de la Iglesia", el Card. Sepe ha exhortado a la comunidad diocesana y a todas las familias cristianas a animar las vocaciones a la vida sacerdotal y religiosa. Las familias católicas vietnamita son muy religiosas y fieles a la oración en familia, por ello, el Cardenal ha invitado a santificar la familia y a defenderla de todas las influencias malsanas de la sociedad consumista y egoísta, y a "conservar celosamente la buena tradición de la familia vietnamita en la que la piedad familiar y el respeto de las personas ancianas continúan estando muy profundamente". "De las buenas familias nacen los buenos ciudadanos de la sociedad humana" ha concluido al Prefecto del Dicasterio Misionero, confiando a todos a la protección de Nuestra Señora de Lavang.
Por la tarde el Card. Sepe se ha reunido con los sacerdotes, religiosos y religiosas en la Catedral de la diócesis de Hung Hoa. En su discurso, el Cardenal ha recordado el "puesto particular" que ellos ocupan en la oración del Santo Padre y en la suya. Después se ha detenido a ilustrar las tres dimensiones de la vida sacerdotal y religiosa, que son también las dimensiones esenciales de la Iglesia: misterio, comunión y misión. "La consagración es para la misión - ha dicho el Card. Sepe -. La Iglesia que está en Vietnam es una de las grandes Iglesias de Asia, ella tiene conciencia de su vocación misionera. Con tantos cristianos que viven con valentía el Evangelio del amor, vosotros estáis en misión, como es vuestro ministerio o vuestra vocación religiosa."
La tarde del lunes 28 de noviembre, el Prefecto del Dicasterio misionero se reunió con los Obispos de la Provincia eclesiástica de Hanoi, rencomendandoles en particular el tema de la formación: de los seminaristas, sacerdotes, catequistas, laicos. Además se debe dar gran atención a los jóvenes, familias y a la evangelización. (S.L) (Agencia Fides 28/11/2005, Líneas: 48 Palabras: 715)


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