VATICANO - El Card. Crescenzio Sepe, Prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, ha iniciado su visita pastoral por Vietnam reuniéndose con sacerdotes, religiosos y religiosas en la Catedral de Hanoi: "estad siempre alegres y orgullosos de vuestra consagración"

lunes, 28 noviembre 2005

Hanoi (Agencia Fides) - El Prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, Card. Crescenzio Sepe, ha iniciado hoy una visita pastoral a Vietnam, dónde estará hasta el 6 de diciembre por invitación de la Conferencia episcopal del país. El Card. Sepe durante los próximos días visitará las tres regiones eclesiásticas del País, reuniéndose con obispos, sacerdotes, religiosos y religiosas, seminaristas; presidirá la inauguración de la nueva diócesis de Ba Ria; celebrará la ordenación sacerdotal de 57 diáconos.
Llegado al aeropuerto de Noi Bai, el Card. Sepe se ha acercado esta mañana a la Catedral de Hanoi, dónde se habían reunido sacerdotes, religiosos, religiosas y fieles de la Diócesis. Después del saludo del Presidente de la Conferencia Episcopal, Su Exc. Mons. Paul Nguyên Van Hôa, Obispo de Nha Trang, el Card. Sepe se ha dirigido a los presentes expresando su estima y gratitud por la eficaz contribución "al desarrollo con frecuencia difícil y delicado de la vida religiosa de los católicos en las parroquias y en las comunidades cristianas de la diócesis". El Prefecto del Dicasterio Misionero ha llevado después el saludo paternal y cariñoso del Papa Benedicto XVI y Su Bendición apostólica.
Entre los elementos que aúnan la vida de los sacerdotes y los religiosos, el Card. Sepe ha puesto en evidencia la consagración de la propia vida a Dios por medio del sacramento del orden sacerdotal o los votos religiosos. Se trata de un don hecho a Dios, "de una elección libre y alegre de pertenecer totalmente a Dios y también de un acto realizado en libertad y conciencia", ha continuado el Cardenal. Sin embargo no debemos olvidar que es Dios quien toma la iniciativa, de depositar la semilla de la vocación. "Desde toda la eternidad vosotros habéis sido amados por Dios y vuestra vocación es la manifestación de la infinita bondad de Dios" ha dicho el Card. Sepe, "la entrega de vuestra vida se realiza en la Iglesia y por la Iglesia."
Ante el hecho de que los católicos vietnamitas representan menos del 10% de la población, es necesario que los sacerdotes tomen seriamente en consideración "la dimensión apostólica de la vida sacerdotal". "Cada día debéis renovar esta conciencia misionera que debe, a su vez, estimular y dinamizar vuestro ministerio sacerdotal" ha recomendado al Cardenal, indicando como modelo de la evangelización el mismo Jesucristo, enviado del Padre. Pero el sacerdote debe estar también "lleno de prontitud y de amor pastoral por su grey", y el ejercicio de estas funciones exige y supone la santidad de vida. Modelo “siempre actual" de santidad para los sacerdotes es San Juan Maria Vianney.
Dirigiéndoles luego a las religiosas, el Prefecto de Propaganda Fide ha citado en particular a las hermanas Amantes de la Cruz, que se encontraban en la Catedral de Hanoi en representación de todas sus hermanas que viven y trabajan en las diversas diócesis vietnamita y las Hermanas de Saint Paul de Chartres. Las religiosas Amantes de la Cruz, fundadas en 1670 por el Obispo Mons. Lambert del Motte, ofrecen una valiosa colaboración en la obra misionera. El Cardenal las ha animado expresando admiración por el trabajo misionero, eficaz y generoso, que desarrollan, a pesar de las dificultades y la necesidad de una sólida formación humana y cristiana. "Pido a Dios para que vosotros podáis poco a poco gozar de una formación completa que abarque todos los diferentes aspectos de la vida religiosa, y también profundicéis en el carisma de vuestro Fundador". Otro aspecto subrayado por el Card. Sepe que concierne a todas las religiosas, es el de la santidad de vida: "La exigencia de una vida santa viene de la llamada universal a la santidad, y en particular las religiosas son testigos de este llamamiento ante el mundo". El Cardenal concluyó su discurso con esta exhortación a sacerdotes, religiosos y religiosas: "estad siempre estar alegres y orgullosos de vuestra consagración, a la que debéis permanecer fieles". (S.L) (Agencia Fides 28/11/2005, Líneas: 49 Palabras: 692)


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