ASIA/CHINA - LAS IGLESIAS DE TODO EL MUNDO JUNTAS PARA AYUDAR A LA UNIDAD, A LA RECONCILIACIÓN Y A LA FORMACIÓN DE LA IGLESIA EN CHINA

martes, 9 septiembre 2003

Lovanio (Agencia Fides) – Incrementar la cooperación con y entre las iglesias chinas, incluidas las comunidades de Taiwán, Hong Kong y Macao, y las comunidades chinas del sudeste asiático; ésta la finalidad del Congreso que se ha celebrado en Lovanio, los pasados días 1 al 4 de septiembre, sobre el tema: “Cooperación con las Iglesias locales chinas para la formación de los ministros de la Iglesia en la era de la globalización”, organizado por la Verbiest Foundation de Lovanio, presidida por el padre Jeroom Heyndrickx, de la Congregación del Corazón Inmaculado de María (CICM). Los participantes profundizaron el tema considerando el aspecto teológico-bíblico; los servicios necesarios a la Iglesia china; los programas de formación existentes y los aspectos concretos de la cooperación, estudiando, además, el impacto de la globalización en la misión de la Iglesia en China.
Los delegados, que vivieron intensas jornadas de oración, de reflexión y de intercambio de experiencias, se interrogaron sobre cómo podrían ser válidos compañeros de las Iglesias locales chinas los católicos de Asia, de África y de Europa, e intentaron delinear nuevas perspectivas de cooperación.
En el comunicado final del Congreso se afirma que “la cuestión principal ha sido la búsqueda de unidad y reconciliación, inspirada en las palabras de Jesús: ‘Que todos sean uno’ (Jn 17)”. Al Convenio llegó una carta de Monseñor Han Zhihai, Obispo de Lanzhou, en la diócesis de Gansu, dirigida a los “hermanos Obispos de la Iglesia de China”. El Obispo afirma que “ha llegado la hora de dar respuesta a la invitación del Papa, Juan Pablo II, a volver a crear unidad en la Iglesia china”. En el texto se pide “que se libre a los católicos de la ambigua situación de división”, y se exhorta a tomar nuevas iniciativas para reconquistar la unidad. Los participantes del Congreso afirman que ”la petición de unidad y reconciliación es común a la Iglesia universal”, que ésta “nace de un corazón abierto al perdón y al amor”, y que “se puede alcanzar sólo rehaciéndonos a una espiritualidad cristológica que se manifiesta compartiendo la Eucaristía”.
El documento final subraya la necesidad de la formación de los sacerdotes en la era de la globalización, pero, también, de religiosas y laicado, revalorizando, sobre todo, el papel de la mujer y de las familias. No menos importantela necesidad de cuidar, además, la instrucción y la formación cultural de todo el personal católico, religioso o laico.
“La Iglesia china –concluye el comunicado- se propone ser fiel a la verdad, y actuar con justicia y respetando a los demás”, en el intento de ofrecer a todos un sentido de la vida y de colmar, con el mensaje cristiano, el vacío que existe en una sociedad cada vez más secularizada. La cooperación necesita colaboración, tanto a nivel de estudios académicos como a nivel de fieles comunes. Es muy importante, hace presente el documento, no aislar a la Iglesia de China y establecer relaciones con personajes públicos y del gobierno chinos.
(P.A.) (Agencia Fides 9/09/03)


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