VATICANO - "Verdadero progreso es lo único que salvaguarda la dignidad del ser humano en su integridad y consiente a cada pueblo compartir los propios recursos espirituales y materiales en beneficio de todos": el Santo Padre Benedicto XVI a los participantes en la 33 Conferencia de la FAO

viernes, 25 noviembre 2005

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - "Sincero aprecio" por las iniciativas que la FAO desarrolla desde hace sesenta años "defendiendo con competencia y profesionalidad la causa del hombre, comenzando precisamente por el derecho básico de cada persona a no pasar hambre", ha sido expresado por el Santo Padre Benedicto XVI a los participantes en la 33 Conferencia de la Organización de las Naciones Unidas para la alimentación y agricultura (F.A.O), recibidos en audiencia en la Sala Clementina en el Vaticano en la mañana del jueves 24 de noviembre. La Delegación estaba conducida por el Presidente de la Conferencia, Cao Duc Phat, y el Director General de la F.A.O, Jacques Diouf.
"La humanidad vive en este momento unas de las paradojas más preocupantes- dijo Benedicto XVI en su discurso -: por una parte se alcanzan nuevas y positivas metas en el campo económico, científico y tecnológico, y por otra se constata el crecimiento continuo de la pobreza… Hoy más que nunca se necesitan instrumentos capaces de vencer las recurrentes tentaciones de conflicto entre las distintas visiones culturales, étnicas y religiosas. Es necesario fundar las relaciones internacionales en el respeto de la persona y de los principios cardinales de la convivencia, en la fidelidad a los pactos y en el recíproco reconocimiento de los pueblos como miembros de la única familia humana. Es necesario reconocer que el progreso técnico es necesario, pero no lo es todo, porque el verdadero progreso es el que salvaguarda la dignidad del ser humano en su integridad y consiente a cada pueblo compartir los propios recursos espirituales y materiales en beneficio de todos".
El Santo Padre ha evidenciado después la importancia de ayudar a las comunidades indígenas, " que con demasiada frecuencia son objeto de apropiaciones indebidas que persiguen únicamente el beneficio", sin olvidar " que mientras algunas áreas están sometidas a medidas y controles internacionales, millones de personas son condenadas a sufrir de hambre hasta la muerte en zonas donde están en curso sangrientos conflictos olvidados por la opinión pública, porque son considerados como conflictos internos, étnicos o tribales. En estos casos se registra la sistemática eliminación de vidas humanas, el desarraigo de las personas de su tierra, obligadas, con el objetivo de huir de una muerte cierta, a abandonar los precarios refugios de los campos de refugiados”.
La iniciativa de la FAO de convocar a sus Estados miembros para discutir sobre la reforma agraria y el desarrollo rural infunde "renovada confianza", ha evidenciado el Santo Padre. “Se trata de un ámbito que no es nuevo al que la Iglesia siempre ha dirigido su atención, preocupándose en particular de los pequeños agricultores rurales, que representan una parte importante de la población activa, especialmente en los países en vías de desarrollo". Entre los caminos por recorrer, Benedicto XVI ha indicado el de " asegurar a las poblaciones rurales los recursos e instrumentos indispensables, comenzando por la formación y educación, así como estructuras organizativas que tutelen a las pequeñas empresas familiares y a las cooperativas".
Recordando por último que dentro de pocos días comenzarán en Hong Kong las negociaciones sobre el comercio internacional y los productos agrícolas, el Santo Padre ha afirmado: "La Santa Sede espera que, en el ámbito del comercio internacional y el sector agrícola, prevalezca siempre la solidaridad hacia quienes están en desventaja y se abandonen de una vez los intereses locales y las lógicas del poder". En particular el Papa ha invitado a apoyar a la familia rural, " custodia de valores y canal natural de solidaridad en las relaciones entre las generaciones" y en particular el papel de la mujer rural, "como también asegurar a los niños, además de la alimentación, los elementos básicos para su educación". (S.L) (Agencia Fides 23/11/2005, Líneas: 47 palabras: 662)


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