VATICANO - "La enseñanza de la Iglesia se basa en el hecho de que Dios ha creado el hombre y la mujer a su imagen y semejanza y les ha concedido una dignidad superior y una misión compartida hacia toda la Creación" afirma el Papa Benedicto XVI a las Pontificias Academias de Ciencias y de las Ciencias Sociales

martes, 22 noviembre 2005

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - "La persona humana está en el centro de todo el orden social y, por consiguiente, en el centro de vuestro ámbito de estudio… Los seres humanos forman parte de la naturaleza y, sin embargo, como sujetos libres que poseen valores morales y espirituales, trascienden la naturaleza. Esta realidad antropológica es una parte esencial del pensamiento cristiano, y responde directamente a los intentos de abolir la frontera entre las ciencias humanas y las ciencias naturales, que a menudo se plantean en la sociedad contemporánea". Ha afirmado el Santo Padre Benedicto XVI a los participantes del Grupo de Trabajo de las Pontificias Academias de las Ciencias y las Ciencias Sociales, con los que se reunió en la mañana del lunes 21 de noviembre en el Casina Pio IV, en el Vaticano. En tal circunstancia Benedicto XVI descubrió una escultura del Papa Juan Pablo II que reconduce a ambos lados dos inscripciones conmemorativas que recuerdan su interés especial por la Academia de las Ciencias y la Academia de las Ciencias Sociales, fundadas por él en 1994.
El debate contemporáneo sobre el status del ser humano "debe seguir formando parte del diálogo con la ciencia" ha exhortado el Santo Padre. "La enseñanza de la Iglesia se basa en el hecho de que Dios ha creado al hombre y la mujer a su imagen y semejanza y les ha concedido una dignidad superior y una misión compartida hacia toda la Creación… El concepto de persona sigue ocasionando una comprensión profunda del carácter único y de la dimensión social de cada ser humano. Esto es especialmente verdad en las instituciones jurídicas y sociales, donde la noción de "persona" es fundamental. Sin embargo, a veces, aún cuando se reconoce en declaraciones internacionales y estatutos jurídicos, algunas culturas, especialmente cuando no están profundamente iluminadas por el Evangelio, son totalmente influenciadas por ideologías de grupo o por una visión de la sociedad individualista y laicista”.
Después de haber recordado la importancia de la Doctrina social de la Iglesia católica, "que sitúa a la persona humana en el corazón y en el centro del orden social" y por lo tanto puede ofrecer una gran aportación a la reflexión actual sobre cuestiones sociales, el Santo Padre Benedicto XVI ha dirigido un particular tributo al Papa Juan Pablo II. "Su contribución indiscutida al pensamiento cristiano puede ser comprendida como meditación profunda sobre la persona. Enriqueció y extendió el concepto de persona en sus encíclicas y en otros escritos. Estos textos representan un patrimonio que hay que recibir, recoger y asimilar con atención, especialmente por parte de las Academias Pontificias".
Antes de descubrir la escultura que representa a Juan Pablo II con las inscripciones conmemorativas a ambos lados, que recuerdan el interés especial del Siervo de Dios por el trabajo de las Pontificias Academias y subrayan "su deseo de establecer un diálogo de salvación con el mundo de la ciencia y la cultura", el Santo Padre Benedicto XVI ha deseado que las actividades de las Pontificias Academias "sigan produciendo un intercambio fecundo entre la enseñanza de la Iglesia sobre la persona humana y las ciencias y las ciencias sociales". (S.L) (Agencia Fides 22/11/2005, Líneas: 41 Palabras: 579)


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