ÁFRICA/NIGER - “Podrán cortar los árboles pero no las raíces de la cruz”: amenazas contra los cristianos en el país

jueves, 23 enero 2020

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Niamey (Agencia Fides) – “Las repetidas amenazas a las comunidades cristianas en la zona fronteriza con Burkina Faso han logrado el objetivo que buscaban: decapitar a las comunidades y luego hacerlas caer presas del temor de profesar su fe en las oraciones dominicales en las capillas” (véasea Fides 20/12/2019 ), así lo explica a la Agencia Fides, el padre Mauro Armanino, sacerdote de la Sociedad de Misiones Africanas en Níger.
"El martes 14 de enero, en un pueblo no lejos de Bomoanga, que desde hace más de un año es testigo impotente del secuestro del padre Pierluigi Maccalli, - continúa el misionero - un grupo de criminales que fueron a liquidar las cuentas con la enfermera jefe que trabaja en un dispensario en la zona, se llevaron a su sobrino, bautizado de niño, no muy lejos de su casa y lo decapitaron. En Bomoanga la gente ya no va a la iglesia los domingos. La 'basílica', como el p. Maccalli solía llamarla, pensada, construida e inaugurada por él, ahora está desierta, al igual que la escuela que también ha sido recientemente golpeada por la violencia".
En la nota recibida por Fides, el p. Armanino destaca el desconcierto, el sufrimiento, el miedo, pero sobre todo el conocimiento de la situación, tal y como se ha puesto de manifiesto durante la reunión de formación con los catequistas y los animadores del área de Gourmanché, en la frontera con Burkina Faso, recientemente organizada en Niamey. "Incluso donde existen persecuciones, pruebas y tensiones, es posible traducir la fe – subraya-, con una mayor apreciación de los laicos y su contribución, una mayor flexibilidad en cuanto a los lugares y momentos de las celebraciones y la vida comunitaria".
El misionero concluye diciendo: “En Makalondi, Kankani y Torodi, en la misma zona, las celebraciones, aunque con precaución, continúan como siempre a pesar del hecho de que los sacerdotes no son residentes en el lugar. La realidad en las zonas rurales es más complicada y, al ser de difícil acceso, permiten que los grupos armados actúen sin ser molestados. Podrán cortar los árboles pero no las raíces de la cruz. Al tercer día llegará la resurrección".
(MA/AP) (23/1/2020 Agencia Fides)


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