AMÉRICA/CHILE - Organizaciones católicas que trabajan con migrantes inauguran la sección chilena de la Red Clamor

jueves, 19 diciembre 2019 emigración   derechos humanos   refugiados   trata de seres humanos   iglesia católica  

Santiago (Agencia Fides) – “Nos reunimos hoy, 18 de diciembre que es el día en que la Organización de las Naciones Unidas ha instaurado como el día internacional del migrante. Hemos elegido esta fecha porque precisamente queremos con este acto y la firma de este acuerdo, estar en comunión con los miles de organizaciones -muchas de ellas al igual que nosotros son instituciones basadas en la fe- que trabajan en todo el mundo para acompañar los procesos de vida de millones de migrantes, refugiados y víctimas de trata”. Se trata de un parrafo del acuerdo firmato ayer, Día Internacional del Migrante, por diversas instituciones vinculadas a la iglesia católica, con el que se institute la sección chilena de la Red Clamor. La Red CLAMOR es la Red Latinoamericana de Migración, Refugio y Trata de Personas que articula las obras de la Iglesia Católica que están acompañando a migrantes, refugiados y con víctimas de trata; la cual se basa en los cuatro verbos rectores que nos ha invitado el Papa Francisco: Acoger, Proteger, Promover e Integrar.
Según la nota de la Conferencia episcopal chilena, recibida en la Agencia Fides, las organizaciones que han firmado el acuerdo son el Instituto Católico Chileno de Migración (INCAMI), el Departamento de Movilidad Humana del Arzobispado de Santiago, la Corporación Dolores Sopeña, la Vicaría de la Pastoral Social Caritas del Arzobispado de Santiago, la Dirección Nacional de Incidencia y Estudios del Servicio Jesuita a Migrantes, la Fundación Bienvenido Hermano, la Conferencia de Religiosas y Religiosos de Chile CONFERRE, la Fundación Scalabrini y Caritas Chile.
En la firma, las organizaciones expresaron que: “En la Iglesia nadie es extranjero, y la Iglesia no es extranjera para ningún hombre ni para ninguna mujer y en ningún lugar. Como sacramento de unidad y, por tanto, como signo de fuerza y agregación de todo género humano, la Iglesia es el lugar donde también los migrantes (refugiados, víctimas de trata) son recogidos y acogidos como hermanos. No se trata solo de migrantes, se trata de personas humanas”. (SL) (Agencia Fides 19/12/2019)


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